De vuelta a los pilares fundamentales

Columnistas

De las aulas de clase serán eliminadas las imágenes y los símbolos del movimiento transexual, del curriculum escolar desaparecerán las materias de género y se quedarán sin financiamiento público los programas de cambio de sexo de menores. Son los anuncios de Trump en Estados Unidos, ante el desconcierto y el temor de quienes han utilizado el sistema educativo para transformar las mentes de los escolares. Los latinos, generalmente defensores de la familia tradicional, apoyan masivamente estas propuestas, sin importarles mayormente las deportaciones de ilegales. 

También Trump va por el cambio radical en las fuerzas armadas. Por lo pronto, ha dicho que echará a los generales y altos mandos que han contaminado a la institución con prácticas ajenas a la disciplina militar, entre ellas, la eliminación de las pruebas físicas de ingreso, adoptada con la finalidad de permitir el acceso de ciudadanos no identificados como hombres ni como mujeres. Inclusive, un escándalo de mal comportamiento ha colocado a los generales bajo la lupa. Se trata de la contratación de la bisexual Brinton, cercana a la oficial transgénero Levine, muy publicitada por el mismo Biden,  para que trabajara en el Departamento de Energía Nuclear y que terminó involucrada en el robo de maletas en los aeropuertos.

La CIA, esto es, la central de inteligencia será, igualmente,  sometida a una purga, después que una agente latina cisgénero y milenial proclamaba ser, en los corredores de los espías, “interseccional y una declaración de principios andante en sí misma”, luciendo una camiseta con el símbolo de Venus y un puño cerrado.

Además de los republicanos, algunos demócratas en el Senado y en la Cámara habían expresado sus  reparos a semejantes comportamientos de funcionarios del Estado, alentados por Biden bajo el impulso de Harris, la gran derrotada en las elecciones presidenciales.  No les resultaba admisible que en las fuerzas de seguridad e inteligencia, de las que depende la tranquilidad de los estadounidenses, se hayan tolerado tales prácticas. 

En Estados Unidos no se va a producir un cambio más de Presidente. Trump va a desmontar el llamado “Estado Profundo” levantado por Biden. La educación, las fuerzas armadas y el espionaje son tres objetivos. Pero existen más. La narrativa del cambio climático, con sus costosas políticas públicas, es otro objetivo. Se propone recuperar los pilares fundamentales sobre las que se asientan las sociedades libres y prósperas, mientras los líderes del mundo le observan y, algunos, le siguen, como el argentino Milei. Si Reagan, junto a Tatcher, encendió un faro de libertades y transformaciones, Trump prenderá antorchas por diversos rincones del mundo. Se viene un gran cambio.

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