ECONOMIA ¡PARA NO OLVIDAR!
En el año 1990, la deuda pública del Ecuador estuvo en $12.300 millones de usd, lo que
representaba una relación del 119% con relación al PIB. La década de los 90 se
caracterizó por varios pasajes de inestabilidad económica, cuya consecuencia fue la
gran crisis financiera a finales de siglo; en 1999 el Ecuador cerró con una deuda pública
del 99% del PIB. Ciertamente, nuestro PIB ha sido muy volátil, sometido a shocks
internos y externos, que han impactado su crecimiento.
El año 2000, el país asume el sistema dolarizado, entonces la deuda comenzó a
estabilizarse, el PIB aumentó progresivamente y la relación porcentual entre ambos
indicadores comenzó a descender. En los siete años siguientes, Ecuador pasó de tener
una deuda anual promedio equivalente al 86.3% PIB, a una deuda del 27.2%.
En el año 2007 asume la presidencia Rafael Correa, que coincidió con una época de
bonanza en Sudamérica, impulsada básicamente por el incremento de los precios del
petróleo; en ese año el PIB fue de $45.503 millones, para marzo de ese año la deuda
fue del 29.9%, cifra que continuó disminuyendo hasta llegar en el 2010, con un 17.8%
del PIB.
El Gobierno del Correa se caracterizó por apostarle al gasto e inversión estatal como el
motor de la economía. De los diez años de su permanencia en el Poder, se destacan
dos etapas: La primera, de 2007 a 2014, cuando la bonanza petrolera trajo un
beneficio inusitado al país; y, la segunda de 2014 a 2017, cuando la caída mundial de
los precios del petróleo, la apreciación del dólar y una nula política de previsión y
ahorro por parte del Estado, impactaron en la economía ecuatoriana y en el modelo
económico adoptado.
Embanderados con la cantaleta de la soberanía y un proyecto de cambio de matriz
productiva, se impulsó la construcción de infraestructuras, y se buscó apoyo externo,
acelerando así el crecimiento de la deuda interna y externa a partir del 2012, en
adelante.
El PIB se duplicó en siete años; en el 2014 sumó $ 101.094 millones, impulsados por las
exportaciones petroleras. Los ingresos aumentaron, pero también el gasto público.
Ecuador empezó a pre vender el petróleo, y a utilizar al Banco Central como
prestamista del gobierno, pero estos créditos no fueron registrados en la deuda
pública, tampoco las deudas con el IESS, ni con los gobiernos autónomos
descentralizados; incluso se eliminó de los archivos del Ministerio de Finanzas los
registros de deuda pública agregada, dejando solo la deuda consolidada.
En la deuda agregada se incluyen todas las obligaciones adquiridas y pendientes del
Gobierno, mientras que en la deuda consolidada se excluyen las obligaciones con
entidades del sector público.
La deuda consolidada se convirtió en un mecanismo para ocultar la deuda pública. Así,
de diciembre 2016 a enero 2017, la deuda interna pasó de USD 12.457 millones a USD
1.121 millones. Con esto, Rafael Correa presentó su informe final a la Nación
asegurando que la deuda pública ascendía a 27.3% del PIB, cuando en realidad
superaba el techo legal del 40%.