ECUATORIANOS SIN MEMORIA
Todo ecuatoriano es un actor político, es decir, no existe ciudadano que no se involucre en
la política. Lo aclaro; desde pagar los impuestos hasta no botar la basura en las calles, por
el respeto y obligación ante la ley.
Cada ciudadano vive y se desenvuelve en un entorno de bienestar bajo algunas leyes que
en consenso se han dispuesto y han permitido la existencia de una urbanidad posmoderna
que con los recientes cambios climáticos sucedidos, dan señales de entrar en el
antropoceno que se caracteriza por el impacto que la humanidad ha tenido en la Tierra.
De la misma forma sufrimos o nos beneficiamos de acciones y/o omisiones de las
autoridades. No obstante, existe un periodo de amnesia, los ecuatorianos no tienen
memoria política cuando están en las urnas.
Esto ha llevado a Ecuador a la situación actual, en lo económico, en el empleo, en las
inversiones extranjeras, en la delincuencia organizada y los cortes de energía eléctrica.
Existen personas que discrepan la suspensión de la electricidad y siguen las líneas
argumentativas del gobierno, entre ellos están lastimosamente los representantes de los
gremios de sectores productivos.
Pero la historia es otra, que merece un análisis especial y separado. La determinación de
este artículo es fundamentar la amnesia política, que se ha convertido en una tradición del
país “porque político aunque pegue y patee, patrón es”.
El internet que es una herramienta valiosa, no es ocupada para analizar a la industria de
partidos políticos de alquiler y el cambio repentino de ideología de los candidatos. Lo que sí
le gusta al pueblo es ver memes y creerse las noticias falsas, pero no existe cultura de
investigar al candidato desde su pasado hasta el presente con el afán de encontrar
coherencias o incoherencias en su forma de actuar y pensar.
La amnesia de la sociedad, ha traído repercusiones graves para el país, al límite que a un
mal gobernante lidere las encuestas. Pero en todo un año de gobierno se ha evidenciado
que Harvard y Cornell, no recortan el largo de las orejas.
En las próximas elecciones de febrero 2025, desde sus hogares sean críticos, en los
momentos de familia pueden deliberar los temas sociales, económicos y políticos. Es la vía
para autoeducarnos en política, considerada como una ciencia social, todo con el objetivo
de no volver a equivocarnos en las elecciones. Así, evitaremos que la ciencia política y la
administración de un país caiga en manos improvisadas de candidatos que no cumplen el
mínimo de requisitos académicos, y lo más importante que la vida de un candidato sea una
demostración de su integridad, principios y valores, con la utopía de llegar a ser la
República de Platón.
!¡No permitamos que sigan mintiendo al país!