DEL SHOWROOMING AL WEBROOMING, SATISFACIENDO A LOS MILLENNIALS

Columnistas

La generación “Y” o de los millennials, nacieron entre 1981 a 1996 aproximadamente y
tienen en la actualidad de 29 años de edad a 45 y se caracterizan por su apego
incondicional a la tecnología, se puede decir que al nacer tenían en una mano el biberón
y en la otra el “celular inteligente”, representando un 25% de la población mundial.
Al ser testigos de auge del internet así como de los teléfonos móviles y de las redes
sociales, reciben una influencia abrumadora de parte de otros usuarios al definir sus
compras, relaciones sociales y su forma de vida.
Algo que me llamó la atención es la modalidad de compra a través del showrooming en
esta generación, ya que un alto porcentaje (60%) va a la tienda, boutique, concesionario
u otro, mira el producto, palpa sus componentes, ve la materia prima, observa a sus
funcionarios, analiza su calidez en la atención, coteja precios y luego se dirige a su
casa donde realiza la compra a través del teléfono móvil.
Por este motivo, debemos dejar de lado la tradicional frase “camina el cliente miranda
que solo mira y mira” por cerciorarnos que el millennial reciba una atención
personalizada en la muestra del producto o servicio ya que no comprará en el local sino
en su casa; para esto, los vendedores deben estar capacitados en entregar todo tipo de
información requerido por ellos e incluso dar el elemento sustancial “del gran
diferenciador” desarrollando sus habilidades blandas para un mejor servicio.
Recordemos que el gran diferenciador se refiere a la entrega del “adicional” que no
posee la competencia, es ese algo que nos hace únicos en la oferta correspondiente y las
habilidades blandas que se rigen con un adecuado liderazgo, creatividad, trabajo en
equipo y actitud positiva.
Por otra parte también tenemos la compra a través del webrooming, es decir aquellos
millennials que ven el producto o servicio en sus redes sociales, sea en yahoo, google,
tik tok, Instagram u otros, valorando mucho el comentario de otros clientes, sus
sugerencias, y críticas, para conocer particularidades de la compra; luego van a la
empresa “físicamente” para adquirir el bien y verificar lo analizado en redes sociales,
realizando el pago con tarjeta de débito o transferencia bancaria; lecciones que debemos
aprender porque son las nuevas tendencias que se aplican en Ambato y zona central del
país.

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