Podredumbre cerebral 

Columnistas, Opinión

En la actualidad es un tema que ha tomado gran trascendencia en nuestro medio, al referirnos a podredumbre cerebral hacemos referencia a la adicción a las redes sociales, lo que se ha confirmado que reduce la materia gris, acorta la capacidad de atención, debilita la memoria y distorsiona procesos cognitivos; ocasionando un deterioro del estado mental o intelectual de una persona como resultado del consumo excesivo de material o contenido en línea, y en la mayoría de casos contenido basura. 

Esta problemática está llevando a que la podredumbre cerebral, forme parte de una más a la lista de adicciones; el problema no se limita a los niños y jóvenes, afecta también a los adultos que pasan muchas horas ante el móvil y la computadora; el tiempo que se ha determinado según estudios es entre cinco a siete horas diarias. 

Es preocupante observar como el exceso de tiempo en las redes so ciales está provocando en la blación una adicción, y así cayendo en un círculo vicioso de la era digital; ese bombardeo constante de estímulos variables está afectando especialmente nuestra capacidad de atención, fundamental para el aprendizaje académico. 

La salud está en riesgo en vista de que el uso excesivo de redes sociales y el consumo compulsivo de contenido de baja calidad, está perturbando no solo la salud mental, sino que lleva al sedentarismo – procrastinación y problemas de interacción social. 

Se recomienda manejarse con un enfoque doble para contrarrestar los efectos negativos; es importante establecer límites claros en el tiempo de pantalla; así como hacer un esfuerzo consciente por desconectarse; realizar actividades lúdicas y físicas; es importante priorizar contenidos educativos que eviten características adictivas; establecer descansos regulares; instaurar tareas y responsabilidades en casas; controlar la información a la que tienen acceso los niños, adolescentes y jóvenes; buscar información sobre una verdadera educación digital crítica para poder proteger nuestra mente; si te identificas con este problema, busca apoyo de un profesional.  Quizás sea hora de recordar que existe un mundo más allá de la pan- talla, uno que nuestro cerebro está realmente diseñado para explorar. (O) 

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