Amor y amistad desde Ambato

Dentro de la línea de pensamiento sociológico y cultural que planteamos desde este espacio para entender el mundo actual, creo oportuno tratar el tema del “amor y la amistad” en nuestro espacio y tiempo a propósito del catorce de febrero.
Siendo el resultado del proceso histórico cultural romano – latino, con varias olas migratorias que llegaron a ser hegemonía administrativa en lo que hoy conocemos como Tungurahua y Ambato específicamente, las influencias mas conocidas están sin duda en el Imperio Inca venido desde el sur del continente y el entonces imperio de Castilla o simplemente la colonia española como lo denominan algunos historiadores.
En la escuela dialéctica de la antropología cultural, observamos esas tres esferas vitales en ser humano relacionadas a la razón vinculado al pensamiento y el cerebro, la sensibilidad en analogía con las emociones, sentimientos que en occidente se lo reconoce con el corazón y la espiritualidad, cosmología o ideal de la vida y su cosmos, muchas veces relacionada con la religión.
Con estas premisas, entonces podemos concluir que la idea, conceptualización y vivencia del amor, la amistad, valores y sentimientos cumplen un factor fundamental en la vida y la realidad social. Se vuelve prudente abordar el tema desde la ciencia social, pues estamos en una etapa de cambio cultural en donde los significados van variando y el mundo exige nuevas respuestas e hitos de percepción de estos valores.
Hemos dicho en entregas anteriores que el mundo en a actualidad se encuentra en la fase de la crisis de la posmodernidad, lo que da un tras pie en los pilares como se estuvieron construyendo los valores hasta hace unos años.
La globalización y la cris de la posmodernidad, pone mas tecnología y aplicativos en nuestras manos haciéndonos mas informados pero poco formados, la juventud busca conocer ese mundo global antes que desarrollar un plan de vida que implique la relación con sus antepasados, la sociedad siente la presión de la macro economía haciéndola indiferente y cuantificando cada segundo, los grandes problemas se vuelven indescifrables, ocasionando una sociedad enferma emocionalmente, stress, cansancio, separación, soledad, depresión, dependencia y suicidio.
Es el momento de una cultura rebelde ante la corrupción, la indiferencia emocional, la deshumanización, es importante una gestión creativa de las emociones, un plan que haga de nuestro entorno ciudadano un espacio público del arte, la expresión y la creatividad, es necesario sentirse parte de una comunidad. (O)