“Identidad de género”
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Los que defendemos la familia, la libertad y la vida celebramos y aplaudimos el reciente comunicado de la actual ministra de Educación en que aclara que en calidad de ente rector del sistema nacional de educación no implementará ninguna acción basada en “ideologías de género” y más bien revisarán y fortalecerán los protocolos de protección vigentes para prevenir y abordar cualquier tipo de vulneración de derechos en las aulas erradicando la violencia en el contexto educativo rechazando la imposición de agendas ideológicas vengan de dónde vengan. Enfatizó que, apegados al rigor científico jamás acompañaran a que la niñez y la juventud tome decisiones que no le corresponden a su edad y confirmó el compromiso con una educación inclusiva, técnica, y de calidad libre de cualquier tipo de adoctrinamiento.
Como médico puedo corroborar que el sexo, la diferenciación sexual y la orientación sexual son cambios y fenómenos netamente genéticos, embriológicos, hormonales, anatómicos, fisiológicos, neurológicos, psicosexuales y que si bien es cierto podría existir la posibilidad de que un cerebro femenino siendo un ser genética y biológicamente hombre debido a disfunciones hormonales y/o vinculados a la neuroplasticidad susceptible a influencias ambientales y/o sociales determinen que tenga una orientación homosexual.
Ahora bien, esta identidad, o ahora llamada perspectiva, de género, se define como la forma en que una persona, independientemente de su sexo biológico, se considera o se autoperciba a sí misma. Esta identidad de género es puramente una ideología ya que conceptualmente una ideología es un conjunto de ideas contrarias a la razón que sirven para movilizar a grupos sociales específicos, y sí que ha logrado en gran parte del planeta manipular, colectivizar y sacar provecho de este grupo minoritario (menos del 9% de la población mundial). Es verdaderamente un conjunto de ideas anticientíficas con propósitos políticos autoritarios e impositivos desarraigan de la sexualidad humana su naturaleza biológica y de las demás ciencias.
Lo peor es que nos obliga a todos los ciudadanos, a partir de la fuerza de los Gobiernos y Estados que los han acogido, inventando ministerios y leyes, atentando las libertades individuales, haciéndonos partícipes y financistas de su fantasía, subvencionándolos con nuestros impuestos hormonas, cirugías y amenazándonos con demandas penales a quien cometa el llamado “delito de odio” si tan solo se equivoca de no llamarle “elle”, utilizando el término médico fóbico.
¿Será una degeneración transgeneracional posmoderna dónde todos podemos ser mujeres o todos podemos ser hombres, o lo que nos venga en gana sin importar nada más que nuestros deseos normalizando a la emasculación y hormonización de los hombres y la masculinización de la mujer vendiéndonos como «diversidad», «progresismo», «lenguaje inclusivo»,«wokismo» destruyendo nuestro leguaje y creando una delirante clasificación opresor – oprimido? “A la vida, se la respeta, a la familia, se la defiende, a la delincuencia se la combate y a la libertad, se la protege». (O)