Madre del Buen Consejo Patrona del Abogado No. 2

Columnistas, Opinión

La Virgen del Buen Consejo es una advocación mariana muy venerada en el Ecuador, especialmente en la ciudad de Riobamba.

La Virgen del Buen Consejo se remonta al siglo XVI, cuando los españoles llegaron a la región de Riobamba, según la tradición, una imagen de la Virgen María fue llevada a la ciudad por los misioneros Jesuitas.

La leyenda cuenta que en 1594, una joven indígena llamada MARIA CHONA se encontraba pastoreando sus ovejas en un lugar llamado “Quinta de San Juan” cuando vio una luz brillante y escuchó una voz que le decía: “María María ven y te daré un consejo”.

MARIA CHONA se acercó y encontró una imagen de la Virgen  María que le habló y le dio un consejo.

Después de este milagro, la imagen de la Virgen María se convirtió en objeto de veneración y se construyó un santuario en su honor.

El santuario fue construido en el lugar donde María Chona tuvo su visión y se convirtió en un lugar de peregrinación para los fieles.

La Virgen del Buen Consejo se convirtió en la patrona de la ciudad de Riobamba y de la Provincia de Chimborazo. La devoción a esta advocación mariana se ha mantenido viva a lo largo de los siglos y cada año se celebran fiestas y procesiones en su honor.

La Virgen del Buen Consejo se asocia  con la sabiduría, la guía y la protección. Su mensaje es uno de amor, compasión y consejo y se invoca para pedir orientación y protección en momentos de dificultad.

El Abogado en libre ejercicio profesional está concediendo asesoramiento, consejo, prudencia para resolver los problemas del convivir humano.

El Abogado que está desempeñando las funciones de Magistrado en las diferentes Cortes de Justicia está imparcialmente dando al litigante lo que le corresponde en derecho a la una parte y a la otra parte sancionando o llamando la atención en los diferentes grados.

El Abogado de acusador está pensando que su aconsejado tiene la razón y como dice el tratadista “EDUARDO COUTURE” hay que dar a quien le corresponde no solamente la razón sino todo lo que se merece; y, a la otra parte llamando la atención a su buen comportamiento.

El Abogado de la cátedra universitaria está impartiendo lo que nos dice la doctrina Civil: “La ley es una declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o permite.”. (O)

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