A Esmeraldas hay que sacarlo de la desgracia: el despertar frente a la corrupción

Estamos consciente que los pueblos en su mayor parte no progresan por la poca acción del Estado, pero cuando la corrupción se arraiga en el corazón del poder, un país entero puede caer en desgracia. La injusticia se normaliza, los recursos se desvían, la pobreza se intensifica y la esperanza se marchita. Esmeraldas tuvo y tiene gobernantes corrompidos no solo roban dinero: roban educación, salud, oportunidades y, sobre todo, la confianza de la gente en sus instituciones. Pero la historia demuestra que ningún sistema corrupto es eterno. Los pueblos pueden despertar, organizarse y cambiar su destino.
El primer paso para salir de la desgracia es reconocer el problema sin miedo ni negación. Muchos funcionarios corruptos se mantienen porque la sociedad se acostumbra al abuso o porque la desesperanza paraliza. La corrupción se convierte en algo “normal”, y ese es su mayor triunfo. La conciencia crítica es, entonces, el primer acto de rebeldía, lo demostrado el domingo pasado donde la gente especialmente de los Cantones de Esmeraldas y Quinindé, dio su voto mayoritario a Daniel Noboa, con una diferencia de más de 10 puntos, después de una década y media envuelto en la decidía del poder de turno, una ciudadanía esmeraldeña activa y vigilante, que ya no bastó con quejarse o señalar, necesitó organizarse, participar antes de las elecciones en mesas de dialogo con el poder de turno, realizando contrapeso con ese concepto discriminador y de odio, como que todo Esmeraldas o todos los afrodescendientes votamos por la Revolución Ciudadana. Existe una nueva dirigencia dispuesta al diálogo, consensos y sin manipular a los gobiernos de turno, así fue la reunión que tuvimos un grupo de dirigentes afrodescendientes con el Ministerio de Gobierno, dirigentes de diferentes tendencias políticas e ideologías, pero con un solo principio, el amor y servicio a nuestros hermanos. Resaltamos y felicitamos también el gran trabajo que realizó la actual Prefecta de Esmeraldas Roberta Zambrano, sensibilizando a la gente para votar por el cambio, y se logró
Es el momento de promover liderazgos honestos. No hay cambio verdadero sin personas íntegras dispuestas a pagar el precio de la verdad. Pero esos líderes no pueden estar solos: necesitan respaldo social, estructuras limpias y mecanismos de control. Nosotros lo hemos apostado a la reconstrucción moral y ética del país y sobre todo que exista una reparación justa al pueblo afroecuatoriano, empezando desde abajo: en las escuelas, las familias, los barrios, necesitamos una Secretaria de Gestión Reparatoria en Política Pública, con autonomía y presupuesto, con vocerías fuertes en el aparataje de gobierno para acudir hacia los más necesitados, seguiremos insistiendo con los diálogos hasta reafirmar el compromiso de este gobierno con nosotros, cuando un pueblo se cansa de la corrupción y decide actuar con unidad, conciencia y coraje, ninguna tiranía puede detener su avance hacia un futuro más justo. (O)