A cuidar a Glas / Editorial
El gobierno de Daniel Noboa cumplió el objetivo de poner al exvicepresidente Jorge Glas tras las rejas. Como lo hizo se discutirá por mucho tiempo, ya que se incursionó en la Embajada de México para lograr ese objetivo. Glas había evadido la justicia y una orden de captura al ingresar a esta sede diplomática pidiendo asilo.
La intervención del presidente de México, Andrés López Obrador, apuró un desenlace que se discutirá siempre al otorgar un asilo político a un sentenciado al que lo calificó como perseguido. La premura por detener a Glas era tal que se sospechaba su huida inminente y, por ende, un golpe directo al gobierno de Noboa.
Ahora ya detenido es un preso de alto valor al que hay que cuidarlo para mantener su integridad personal y física intacta. Según un comunicado de la SNAI, Glas se habría descompensado por no alimentarse; esto es una alarma para el gobierno que tiene y debe mantenerlo vivo y vigilado.
No sería dable que en custodia de las autoridades se produzca un hecho que lamentar. Por ahora, Glas se encuentra estable en el Hospital Naval de Guayaquil tratándose por este problema de salud. (O)