A SANGRE FRÍA / Mario Fernando Barona
¿No ve? eso es todo, presidente Lasso. Mano dura. Se lo dije en varias ocasiones: usted no va a conseguir nada si no es con mano dura, las leyes no le ayudan, están hechas para favorecer al criminal y perjudicar a la víctima y para enfrentar eso el único camino que tiene es una buena dosis de sangre fría porque esta vez no está negociando con gente sana, usted ahora tiene al frente a un grupo de matones, asesinos y criminales de la peor calaña que amparados en los derechos humanos y aupados por un grupo de políticos correístas le han puesto a usted, al gobierno y al país entre las cuerdas, y con ellos no se negocia, se combate al mismo nivel.
Ahora lo ha hecho bien presidente, se siente que hay autoridad, los delincuentes ya no se nos ríen en la cara y es notorio que el Estado tiene el control; pero a la par, debo reclamarle por no haber actuado a tiempo. A lo largo del año y medio de su mandato, su parsimonia puso en riesgo la democracia en varias ocasiones y recién hoy cuando existe una abierta declaración de guerra que comenzó con atentados terroristas y policías muertos reacciona, lo cual no es justo porque con la misma sangre fría que ahora está empleando se lo pudo evitar desde el primer día de su mandato.
Sí, se ha ganado una batalla, pero la guerra recién comienza y aún está muy lejos de terminar, y ya que usted tiene la sartén por el mango no baje la guardia, no se descuide, no les permita que nuevamente tomen el control, si es necesario usar aún más fuerza, hágalo, que los malos sientan quién manda. Y haga lo mismo con la Asamblea que esos otros mafiosos de traje y corbata ya están nuevamente buscando echarle.
Sepa usted presidente que habrá voces que buscarán intimidarle con aquello del respeto a los derechos humanos para el hampa, pues ahora, con esa sangre fría demostrada, recuérdeles también los derechos violentados de los cientos de víctimas inocentes, el dolor de miles de familiares que lloran la muerte de un ser querido y cobíjese con el grito jubiloso de una abrumadora mayoría de ecuatorianos que le respaldan.
Esta es la ocasión para levantarse políticamente presidente Lasso, y a la par, de hundir a esa clase política aliada con el narcoterrorismo. No nos defraude por favor, no permita que otra vez ganen terreno, hay que mantenerlos con la cabeza bajo el agua hasta que mueran asfixiados sin permitirles que la levanten ni un segundo para respirar, y es usted -nadie más- quien tiene que ahogarlos con sus propias manos y a sangre fría, presidente. ¿La va a seguir teniendo?