Abre el ojo, para la oreja y actúa ¡unidos por todas! / Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

La violencia sexual ocurre cuando alguien fuerza o manipula a otra persona a realizar una actividad sexual no deseada sin su consentimiento. Esta puede afectar a la persona tanto física como psicológico y los resultados pueden ser mortales.

En el ECUADOR una de cada diez mujeres sufrió abuso sexual antes de cumplir 18 años y el 65 % de víctimas de femicidio tenían entre 19 y 29 años.

La OMS defino la violencia sexual como actos en las cuales una mujer: 

Fue forzada físicamente a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad, tuvo relaciones sexuales en contra de su voluntad por temor a lo que pudieran hacer su pareja.

Fue obligada a realizar el acto sexual que considere degradante y humillante.

Muchas mujeres no denuncias la violencia sexual que abarcan actos desde acoso verbal a la penetración forzada y a una variedad de tipos de amenazas, desde la presión social e intimidación a la fuerza física por temor o riesgo que no la crean o por temor o riesgo de ser tratadas mal o de ser socialmente marginadas.

Vivimos en una sociedad donde se le enseña a la mujer a tener cuidado de no ser violadas en vez de enseñar al hombre a NO VIOLAR, esta frase es muy interesante ya que nos habla sobre valores y educación sexual hoy se escucha de abuso sexual en la niñez, de acosos y violencia sexual en escuelas y lugares de trabajo, violencia sexual contra hombres y niños. La investigación de los factores que aumentan el riesgo de que los hombres comentan actos de violencia sexual son consumo perjudicial o ilícito de alcohol o drogas, tener una personalidad anti social, exposición en la niñez a la violencia entre los padres, antecedentes de abuso sexual en la niñez, escasa educación múltiples parejas infidelidad o pertenece a una pandilla.

Una mujer al ser abusada sexualmente sufre de daños en su cuerpo como traumatismos ginecológicos, disfunción sexual, infecciones de transmisión sexual VIH, embarazos no deseados fistulas traumáticas, en la salud mental ocasiona depresión, ansiedad, comportamientos suicidas ataques de pánico.  (O)

*MARÍA FERNANDA PAREDES L.

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