Acciones voluntarias dejan huellas
El Instituto Catequista Dolores Sopeña funciona desde aproximadamente 1947, pero por falta de gente han tenido que cerrar varias ayudas. Actualmente siguen presentes en Cotaló con misión popular.
María Vargas es parte de esta congregación hace 55 años. “Nosotros oramos por las personas, determinamos quienes necesitan ayuda, les visitamos y ayudamos de diversas maneras”, contó.
En sus más de 59 años siendo parte de la congregación, Blanca Guzmán, cumplió su sueño de ser misionera y ayudar en el Ecuador por más de 50 años.
El instituto funciona en varios países: Colombia, México, Ecuador, España. Brindan servicio integral en la formación humana y profesional. En Quito y Guayaquil están los centros más grandes.
“Alrededor de ellos estamos los laicos que damos soporte a las hermanas en varias actividades como profesores o recaudando fondos y comida para Navidad”, indicó Lilian Gavilánez. (I)