Adams y la ciudad en crisis

Columnistas, Opinión

“La ciudad que conocíamos está a punto de perderse”, ha dicho el afroamericano Eric Adams, alcalde la ciudad de Nueva York, con motivo de la ola migratoria que cubre la urbe, desde la llegada de diez mil migrantes por mes en los últimos once meses. Habiendo visto el colapso urbano de la ciudad de San Francisco, con carpas en las veredas y delitos de robo menores despenalizados, el demócrata Adams no quiere que, a la ciudad que dirige, le ocurra lo mismo con los ciento diez mil migrantes a los que debe proporcionarles techo, comida, atención en salud y educación. Por lo pronto, en el presupuesto de la ciudad existe un hueco de doce billones de dólares. Sabe que, sin dinero suficiente y cientos de miles de migrantes con necesidades, la ciudad está frente a una bomba de tiempo social.

Los demócratas, con sus políticas de flexibilidad migratoria, han conducido a las ciudades que controlan desde las alcaldías al caos urbano, alentados por el propio presidente Biden que ha descuidado las fronteras. Adams es demócrata, pero no radical sino centrista. Ello explica su grito desesperado ante tanta migración procedente de Venezuela, Rusia y otros países sudamericanos. En todo caso, no deja de responsabilizar de la tragedia social en Nueva York al Gobernador  republicano de Texas, Abbot, por no permitir que  los migrantes sin papeles se radiquen en su estado y, más bien, por enviarlos en buses a la ciudad de Nueva York, donde cualquier persona, incluidos los migrantes ilegales, tienen el derecho legal a un techo, es decir, a un alojamiento proporcionado por el Municipio. 

La migración calificada ayuda al desarrollo de las comunidades a las que los migrantes se integran legalmente para desempeñar trabajos y tareas en áreas en las que son indispensables. Los profesionales ecuatorianos que migraron a Venezuela, por ejemplo, en la década de los años cincuenta del siglo XX, fueron protagonistas del gran desarrollo venezolano de aquel entonces. No viajaron a integrar redes de mendicidad. Llevaron conocimientos, habilidades y recursos.

En algunos momentos de su historia reciente Ecuador también se ha beneficiado de la migración calificada de profesionales y emprendedores. Sin embargo, desde que se entronizó la idea de la “ciudadanía universal” y tanto Chávez como Maduro expulsaron a sus ciudadanos más necesitados, no sólo las ciudades ecuatorianas sino otras de Sudamérica están viviendo el drama urbano denunciado por Eric Adams en la ciudad de Nueva York. (O)

Deja una respuesta