Adiós a las fundas plásticas / Juan Diego Valdivieso Rowland
El Gobierno Nacional envió a la Asamblea Nacional el proyecto de Ley de Crecimiento Económico, en el cual se plantea gravar con USD 0,10 centavos a cada funda plástica que se entregue en establecimientos con más de dos sucursales. Esto quiere decir que no se cobraría este rubro en tiendas pequeñas (de barrio, por ejemplo). Esto implicaría una reducción en el uso de las fundas plásticas que la gente utilice al comprar en supermercados, tiendas, mercados, centros comerciales, espacios de entretenimiento, alimentos y bebidas. Sin embargo, este tema debe ir acompañado de un proceso de concientización de la población en cuanto a los riesgos de la mala disposición de las fundas plásticas, que terminan en playas, ríos, lagunas, océanos, bosques, aceras, calles y demás lugares que están relacionadas a actividades donde el humano tiene una presencia que impacta o altera su entorno. El Estado, las empresas privadas y oenegés, deben impulsar campañas donde se incentive el uso de fundas de tela o canastas para realizar compras -como era lo usual-.
El Gobierno prevé recaudar USD 22 millones al año por esta medida, según el Servicio de Rentas Internas. Sin embargo, Marisol Andrade, directora de la institución, señala que el objetivo no es recaudatorio, sino para que los ciudadanos modifiquen sus hábitos de consumo y opten por el uso de fundas reutilizables.
El ingeniero ecuatoriano Inty Gronneberg, cofundador de Ichthion, empresa que desarrolló una innovadora tecnología que impide que el plástico que flota en los ríos llegue al océano, indica que el mayor problema con el plástico es la diferencia que existe entre la cantidad de material plástico que se produce -apenas el 5%- y la capacidad instalada para poder reciclarlo. Entre el 60 y 90% de todos los plásticos terminarán en los ríos, por ende, en los océanos. ¡Reflexionemos sobre el uso de las fundas plásticas y seamos más conscientes! (O)