Adolescentes manipuladores

Columnistas, Opinión

Manipular es una forma de influenciar a los demás para lograr intereses propios, un recurso que puede presentarse en diferentes escenarios y hasta puede aparecer dentro de nuestra familia.  Es tan común escuchar que, en algunos hogares con adolescentes, los hijos ejercen un abuso sistemático sobre los padres; pues son muy permisivos y se hace siempre lo que ellos quieren, porque emplean la manipulación para obtener todos sus caprichos.

En la actualidad debido al sistema en el que vivimos, nuestros hijos se enmarcan en el que deben y necesitan tener la aprobación social, y eso los lleva a que sus deseos se conviertan en necesidades.

Los adolescentes saben cómo lograr lo que quieren de sus padres y cuentan con un arsenal de estrategias para poder llevarlos justo ahí, al lugar donde quieren llevarlos y salirse con la suya. Si bien es cierto que algunos adolescentes recurren a un grado de manipulación para resolver sus problemas cotidianos, en otros casos les parece más importante lo que tiene que ver con permisos para salidas o para acceder a la tecnología y utilizan el famoso mecanismo de la mentira, porque creen que de esa forma les será más fácil conseguir lo que quieren. 

En algunos casos se observa que surgen conductas desafiantes y es ahí cuando los padres temen perder a sus hijos y prefieren hacer lo que ellos les pidan, sin darse cuenta que de una manera no intencionada están generando y alimentando la manipulación.

Como padres siempre nos preguntamos: ¿qué hacer para que nuestros hijos dejen de manipularnos?

Pues existen varias estrategias que podemos poner en práctica, dentro de ellas la más importante es el respeto.

Comencemos por poner reglas y normas así sean mínimas para que se cumplan; una vez que observes que se están cumpliendo empieza por ir dándole a tu hijo adolescente ciertas libertades y responsabilidades que vayan fortaleciendo la confianza y una buena relación dentro del hogar; con ello podremos lograr que la parte afectiva se fortalezca.

Es importante tener claro que darles libertad no es permitirles que caigan en un libertinaje.

Es transcendental dialogar con otros padres y establecer un acuerdo sobre normas y pautas para que puedan cumplirse y sean similares a las que llevas dentro de tu hogar, debido a que es importante conocer el entorno social en el que tu hijo adolescente se relaciona, eso permitirá que tanto las normas y reglas que se apliquen en casa sean similares a la del hogar de sus amigos.

Tratemos de que nuestros hijos adolescentes no vivan dentro de un régimen dictatorial, sino en un hogar donde su opinión pueda ser escuchada por más errónea que sea.

 Evitemos totalmente el famoso castigando físico, simplemente establece una actitud firme, pero no agresiva, demostrándoles que no tienen necesidad de esconderse o manipular; que es más fuerte quien asume las consecuencias de sus actos y que se les quiere lo suficiente como para ayudarlos a vencer sus limitaciones. (O)

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