Agua potable para cuatro comunidades de Quisapincha
Las historias están impregnadas en el diario vivir. El ajetreo de la ciudad va paralelo con las tareas en el sector rural. Una de ellas estaba en plena en marcha. La construcción del tanque reservorio del sistema de agua potable denominado Condezán. Las tareas comenzaron ayer.
“Estoy contento, porque el maestro Marco Chérrez está por aquí”, expresó Segundo Camacho. Es operador del sistema de agua potable por nueve años. Y añade, “ahora la gente está contenta. Ya comenzamos a trabajar”. El tanque reservorio de 150 metros cúbicos está previsto concluir en tres meses.
El sistema de agua potable Condezán es parte del Programa Ariem (Agua, Riego y Emprendimientos) que tiene el financiamiento tanto del Gobierno de Alemania mediante la organización ILD como de la Fundación Suiza de Ayuda para los Indígenas del Ecuador. Las instituciones establecieron acuerdos económicos. El presupuesto también cuenta con el aporte de los beneficiarios de cuatro comunidades: Santa Rosapamba, Quindialó, Condezán Centro y Chumalica. Las obras están lideradas a nivel local por la Fundación ‘Dignidad y Vida’ (Fundyvida).
Las mingas son aporte en la construcción y han permitido el mejoramiento de las captaciones, instalación de tubería de distribución principal y tanques rompe presiones. Aquellos trabajos contribuyeron en el incremento del caudal de cinco a siete litros por segundo. A decir del operador, los sábados y domingos se registra más consumo por los habitantes.
El proyecto se complementará con la construcción de la caseta de cloración para mejorar las condiciones del agua de consumo y tareas adicionales hasta mejorar el suministro en las viviendas.
El sistema de agua potable está bajo el cuidado de dos operadores. Edwin Carrillo asumió la responsabilidad hace tres años. Resultó elegido, luego de tareas realizadas en el sector de Santa Rosapamba, “entramos a prueba en el cambio de tubería y luego los directivos me tomaron en cuenta para trabajar y aprobaron mi incorporación a las tareas”.
Las tareas comienzan a las 08:00 y finalizan a las 17:00 horas de lunes a viernes, pero “cuando hay problemas nos ha tocado salir a cualquier hora de la madrugada. Me ha ido bien. Ahora se conoce a los usuarios y se va familiarizando con el trabajo”.
“Los trabajos en los páramos fueron fuertes y tocaba estar pendiente de los mingueros. Desde las vertientes hasta la comunidad El Galón, donde se ubica el tanque reservorio, hay dos horas de recorrido”, señala.
Se muestra convencido y tranquilo por el trabajo asumido, porque considera importante “dar buen servicio a los habitantes. A veces me piden ayuda de otras juntas de agua potable se ha ido adquiriendo experiencia y el maestro Marco nos ayuda”. (I)