Al son de los pitos lo despidieron
La mayoría desde sus taxis y quienes se animaron a salir de los carros mantuvieron la distancia para despedir al amigo. No hubo sepelio, pero sí una caravana que recorrió varias calles en Huachi Grande cuyo destino final fue el camposanto de la parroquia.
“Todo esto parece una pesadilla. Nuestro amigo murió la madrugada de ayer y ahora debemos despedirlo para siempre y de manera rápida”, comentó Julio Morales.
La muerte le llegó de manera inesperada a Moisés Robalino, quien era taxista y pertenecía a la Asociación de Taxis ‘Unidad Nacional’. Sus amigos presumen que la muerte fue a causa del coronavirus.
A Robalino también le gustaba el arte del canto. Mientras retiraban el féretro su voz se escuchaba mediante la grabación de una de sus presentaciones en su querida Huachi Grande. La despedida fue con música de Claudio Vallejo y al son de los pitos de los taxistas que lo acompañaron hasta la casa eterna, ayer. (I)