Alborotados por fiestas
La ciudadanía no está colaborando con las normas de prevención y los hospitales siguen copados. (I)
A más del año que llegó el coronavirus al país, los operativos para controlar la desobediencia social aún son extenuantes para las autoridades.
Ahora no solo se dan encuentros en sitios públicos donde se ha convertido en habitual el consumo de licor; también en las casas se organizan fiestas sin que las personas hagan conciencia que todavía estamos en épocas de pandemia.
El intendente Diego Flores hizo el llamado al autocuidado; es decir, al cuidado responsable de la ciudadanía. Manifestó que todas las semanas deben ir a diferentes lugares para solicitar que las personas dejen las reuniones.
En Ambato es donde más licor se decomisa entre los nueve cantones de Tungurahua. En los sitios con mayores inconvenientes están Santa Rosa, Izamba y la Matriz, según la Intendencia.
El coronel Richard Karolys, jefe de la Subzona de Policía en Tungurahua, mencionó que el excesivo consumo de licor trae como consecuencias el aumento la violencia intrafamiliar, delitos como robos, asaltos, violaciones e incluso hasta muertes violentas.
Juan Carlos Tubón, habitante del barrio El Rosario de Santa Rosa, le preocupa la violencia que conlleva la ingesta de licor. (I)
