Alimento ancestral va perdiendo fuerza
Hace 50 años, Magdalena Solís tenía ocho años de edad, y veía como sus abuelos cosechaban en los terrenos ubicados en Patate el camote, alimento que en esos días eran esencial en la dieta de las familias.
La mujer, en aquel entonces niña, recuerda que en las propiedades de esos sectores eran común observar la cosecha de ese alimento. “El camote lo preparaban en días especiales, prácticamente era una golosina ya que se lo acompañaba con chuleta de cerdo”, reseña.
El carbohidrato parecido a la papa ha perdido espacio en los cultivos de ese sector y de algunos cantones de Tungurahua, donde los agricultores lo cosechaban para consumo interno.
Según la historia, el lugar y fecha exacta de este cultivo no es claro, pero lo que se especifica es que su presencia dentro de la cocina ecuatoriana es una herencia directa de los pueblos mesoamericanos, quienes desde épocas prehispánicas tempranas cultivaban y consumían diversos tipos de tubérculos para complementar su dieta.
En contraste, para la época actual, este alimento está principalmente en contextos de consumo cotidiano, pues no documentamos su presencia en ningún contexto de celebraciones o días especiales, por lo que el patrón de consumo parece haber dado un giro a lo largo del tiempo.
“Ahora ya no lo consumimos seguido. Toca esperar que algún familiar haya sembrado y nos regale un poco de su cosecha o compararlo cuando hemos ido al mercado de Baños, donde por lo general si hay este alimento”, puntualiza Solís. (I)