Ambato con metástasis
Todos hablan del caso “Metástasis” y se sorprenden de lo enquistado que se encuentran el sistema político y judicial con plata de dudosa procedencia. Pero estas modalidades del crimen organizado no son recientes. En todas las provincias es vox populi la existencia de los pseudo emprendedores y de fortunas que aparecen de la noche a la mañana; todo a plena vista y el pueblo callado. Mientras que rentas, le clausura a la tienda de la esquina que no facturó diez dólares, otros apadrinados lavan cantidades que superan los $3.458 millones al año en el país.
Los ambateños tienen miedo de denunciar, convirtiéndose en una de las ciudades donde más se blanquea dinero, no obstante, el ciudadano guarda silencio porque hasta su vida peligra. Sin embargo, así como la provincia tiene vocaciones productivas, algunos rubros son muy apreciadas por el ritmo de rotación de inventarios y el pago en efectivo. Porque no son ingenuos al momento de meter su dinero a lavar en ciertos giros de negocio.
Debido a esto, la economía local sufre un desbalance, a un punto donde el metro cuadrado en esta ciudad es uno de los más caros del país. Donde muchas empresas honradas han quebrado en consecuencia de la globalización, y al mismo tiempo otros tapiñan a la competencia desleal que vende a precios inferiores a sus costos de producción, pero milagrosamente aun se sostienen y, es más, generan más rentabilidad. Industrias que manejan una estructuración de costos que ni el contador y economista más erudito, logra conocer el conjuro para sacar ganancias y poner en los balances en tablas con el objeto de no repartir utilidades. Tal vez sea por los cursos impartidos por el coach motivacional cinta diamante, o gracias a los dineros provenientes de sobornos de la corrupción política.
También en campañas electorales donde invierten cantidades exorbitantes, y matemáticamente el sueldo de la autoridad multiplicado por todos los meses que ejercerá, no logran reunir la cantidad que invirtió en campaña. Esto no es problema para los buitres, que siempre encuentran maneras para beneficiarse, y nunca perderán sus inversiones.
En fin, “metástasis” solo es una pequeña muestra de lo que sucede en Ecuador. Lo que antes se veía en novelas de narcos, ahora ya no existe recato, y se lo ve día a día tanto en el club como en el barrio. Todo por el “poder” y llevar una vida fácil con glamour. “A gloria huele el dinero, aunque se saque del estercolero”. (O)