Ambato: La sombra de la inseguridad sobre niñas y adolescentes

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La investigación liderada por la Fundación Desafío se aplicó Santo Domingo, Manta, Portoviejo, Jipijapa, Lago Agrio, Ambato y Río Verde, presenta la aproximación al incesto y violencia sexual. Virginia Gómez de la Torre de Fundación Desafío en la presentación de la investigación.   (Foto El Heraldo)


Ambato es uno de los cantones que refleja incremento en los casos de abuso sexual y violación a niñas y adolescentes entre 12 y 17 años de edad. La Fundación Desafío lideró la investigación que realiza el comparativo entre los años 2017 y 2022; y, refleja la aproximación al incesto y violencia sexual.

De acuerdo a los resultados Ambato en el 2017 registró 50 casos; mientras que, en el 2022, 129. Santo Domingo encabeza los datos preocupantes, en el 2017 se notificaron 29; y, en el 2022, 197. El incremento de casos también se encuentra en Manta, Portoviejo, Jipijapa, Lago Agrio y Rioverde.

Se señala que, la normalización del incesto está determinada por la violencia patriarcal estructural que es característica de la sociedad y el ejercicio de poder misógino y machista en las dinámicas familiares naturalizando y, sobre todo, tolerado en este ámbito.

Según el resumen ejecutivo, los obstáculos para la denuncia se ubican en el miedo o intimidación a la víctima o a su familia de parte del violador y su familia; inseguridad o desconocimiento respecto de si esa conducta sexual es delito; pobreza, la certeza o la intuición de que una denuncia implica costos; temor, desconocimiento del proceso legal para denunciar; desconfianza del sistema de administración de justicia; e, indolencia familiar, aceptación del hecho.

“Todas las violencias se inscriben en el cuerpo físico y en la mente de la víctima, en su cotidianidad social, no se van de allí aún habiendo recibido apoyo, se quedan para siempre. Todas las violencias son psicológicas, un golpe, un empujón, una bofeteada no son violencia física a secas, dejan huella, duelen, ¿su superan? Si, pero no se olvidan”, ratifica Virginia Gómez de la Torre, directora de la Fundación Desafío.

Ante esta realidad, el rol del movimiento de mujeres y sociedad civil es revisada, “en las cinco provincias investigadas, las lideresas se encuentran encabezando procesos de exigibilidad social, gestionan actividades de capacitación para los funcionarios de las Juntas Cantonales de Protección de Derechos, tenencias políticas e incluso fiscalías y personal de Salud y Educación”. A nivel de Ambato, el colectivo Ana de Peralta, lidera las acciones mancomunadas.

Las conclusiones están segmentadas y tienen relación con la política pública e institucionalidad; incidencia de abuso sexual intrafamiliar y embarazo infantil; normalización del incesto y cultura patriarcal; inseguridad, violencia y femicidio;  ausencia y descoordinación del Estado; y, las organizaciones de mujeres como eje fundamental para la defensa de los derechos de niñas, adolescentes y mujeres.

La investigación también se fundamenta en datos de la Fiscalía General del Estado, Ministerio de Salud Pública (MSP), Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC). (I)

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