Amistad… / Andrea Manjarrez Ocaña

En el transcurso de tu vida es inevitable conocer personas buenas y malas, lamentablemente nos rodean maldad y bondad. La sinceridad es un valor que hoy en día se ha ido perdiendo, porque al mirar una sonrisa, un gesto dulce o amable quizá podría esconder hipocresía, cuanta tristeza se siente al darse cuenta que tal vez entregas tu corazón a quien no lo merece; un día escuché una frase muy cierta “nunca te aferres a alguien y lo hagas tu prioridad mientras que para esa persona únicamente eres una opción”; mira bien a tu alrededor y encuentra a las personas que en realidad valen la pena, para poder confiar cien por ciento y ser correspondido y no me refiero únicamente a la relación de pareja sino a ese sentimiento especial llamado amistad, que requiere más confianza y entrega sincera para que sea duradera, e imposible de quebrantar, sin dar cabida a la falsedad ni  malos entendidos que matan la magia de una amistad pura y sin malicia, las habladurías también forman parte de este conjunto de ingredientes perjudiciales que lograrán acabar con la imagen de cada uno  y con ese lazo afectivo que une dos almas; encontrar verdaderos amigos es difícil, pero tampoco  imposible, “mira junto a ti existe alguien que está ahí sin ser llamado”.

Pero asímismo cuan doloroso es recibir chismes, malos tratos, humillaciones, de quien se dijo llamar amigo,  fingió conocerte y valorarte imagínate ¿cómo será?, recibir esto pero de alguien de tu familia un padre o una madre que se supone te conocen y están seguros del ser que criaron y encaminaron. Lamentablemente de eso se compone la vida de buenos y malos momentos, los buenos que iluminan tu vida y los malos que ayudan a fortalecer el corazón y mirar con cabeza fría y corazón duro a quienes te hicieron daño o hirieron tus sentimientos, porque con una palabra dicha sin pensar puedes acabar con un  cariño eterno, por eso identifica una verdadera Amistad. (O)