Aprender a Convivir con la Inteligencia Artificial

Columnistas

Todo apunta a que la Inteligencia Artificial será en los próximos años el eje
transversal de una transformación revolucionaria irreversible y necesaria; que
rompe esquemas económicos y sociales generando incertidumbre, miedo y
resistencia al cambio. Muchos muestran aprensión porque se puede reformar la
esencia de la humanidad, con el recelo de que la Inteligencia Artificial sea la nueva
iglesia y los seres humanos sean sus feligreses fieles.
Evidentemente, la academia, el gobierno y la sociedad toda deben abordar el tema
seriamente, para que la gente común no esté tambaleándose en la nueva realidad
sin saber que hacer con lo que se nos viene. El común de los mortales
normalmente espera que exista más trabajo que permita mejorar su calidad de
vida. Pero esto, sin duda sucede cuando existe inversión.
Con el advenimiento de la Inteligencia Artificial, toma fuerza el tema de la
eficiencia en los diferentes sectores de la economía; importante recordar que el
empirismo en el manejo empresarial y el falso paradigma de la eficiencia a través
de la reducción de costos ceden progresivamente, no se puede seguir pensando
en incrementar los márgenes de rentabilidad reduciendo costos obsesivamente. El

éxito de la empresa se debe ir construyendo en base principalmente a dos
indicadores: La cuota de mercado y la rentabilidad. Dentro de éste contexto surge
la eficiencia como la relación entre los recursos utilizados y los logros conseguidos;
es decir el éxito de la empresa y la prosperidad de una sociedad se construye
cuando las personas son eficientes, cuando adoptan nuevos esquemas como la
que nos ocupa en nuestra era, es decir la Inteligencia Artificial que hace referencia
a cualquier tecnología que permite a las computadoras imitar habilidades
humanas; con ello, mejorar la automatización de procesos en los distintos
sectores, desde el aprendizaje profundo que impulsa reconocimiento de imágenes
y voz, pasando por el procesamiento del lenguaje natural que da vida al chatbots
(asistente virtual que ofrece respuestas informativas) y hasta la automatización
industrial en robótica (máquinas programadas para realizar tareas de forma
automática para simular el comportamiento humano).
La Inteligencia Artificial es un sistema objetivo que reúne la información, la
procesa y la categoriza de forma mucho más precisa que el ser humano, no
obstante, es el ser humano quien discute, discierne y debate esa información con
ética. La Inteligencia Artificial no conoce la ética.
A medida que la Inteligencia Artificial sigue evolucionando, debemos ser cautos,
enfrentando lo que se viene, sin miedo y abiertos al progreso; es cautivante
imaginar y vivir la transformación de nuestro mundo; por tanto, es imperativo
generar el habito de convivir e interactuar con ella para aprovechar su potencial y
construir un mejor estilo de vida para todos. (O)

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