¿Armas, salud o corrupción? / Editorial
Políticos a nivel nacional han comentado y respaldado que, el uso de armas en el Ecuador, como medida de protección para resguardar el orden público como privado, en cuanto a seguridad, por la ola de crímenes que está viviendo el país, deben ser permitidas.
Lastimosamente, nuestra nación, al ser tercermundista todavía, la delincuencia no da tregua; la corrupción en los Poderes del Estado, continúa como si fuera algo normal, siendo el sinónimo del robo descarado, en términos administrativos públicos sin uso de herramientas violentas.
Gente vinculada a la política ecuatoriana, con honrosas excepciones, sobre todo, basándose en la ideología capitalista, está de acuerdo con que se apruebe la tenencia de armas, dando un giro al cambio de leyes, con el ánimo de que, personal de seguridad como es la Policía Nacional, pueda actuar en situaciones críticas, haciendo uso de armas, respaldados por la ley, así como pasa en Estados Unidos.
Pese a que existe pros y contras, sobre aprobar o no el uso de armas, nuestros gobernantes, a través de análisis estadísticos, sobre qué personas están facultadas para poder manipular un instrumento peligroso de esta índole, debemos cuestionarnos si, nuestro país, está preparado o no para dar luz verde para portar un arma, cuando ni en términos de salud pública tenemos abasto e ingresos económicos para solventar gastos hospitalarios con esta pandemia. (O)