Artesanía textil avanza en Quisapincha
La habilidad en la fabricación de ternos y chaquetas para damas y caballeros crece en la población indígena de Quisapincha. Sus habitantes han visto en esta actividad una forma de salir adelante.
Uno de ellos es Luis Eduardo Vivanco, habitante de la comunidad de Putugleo, quien aseguró que está inmerso en el mundo de la confección hace 15 años.
El trabajo textil es familiar que ha permitido tener una fuente de empleo. Este avance no ha sido fácil. Ha requerido de tiempo, paciencia, dedicación, empeño y responsabilidad. Gracias a ello han conseguido clientes de diferentes ciudades del país. Los ternos de Putugleo están en los mejores almacenes del Ecuador.
El taller funciona en su propia casa. Eso ha contribuido en la creación de fuentes laborales para más de 10 personas directa e indirectamente. Dependiendo la tela, un terno bordea los 30 dólares. El más caro llega a 60; sin embargo, la calidad del traje es garantizada y durable.
Laboran a diario. Los pedidos son numerosos que exige un accionar continuo e innovador. La comunidad está ubicada a cinco minutos del centro urbano de la parroquia.
Quisapincha está ubicada a 12 kilómetros al occidente de Ambato. Es uno de los lugares reconocidos dentro y fuera de la provincia por la producción y comercialización de artículos de cuero: chompas, billeteras, botas, sombreros y guantes. Además Quisapincha cuenta con un gran potencial turístico por sus escenarios naturales aptos para el ecoturismo.
El término “Quisapincha” procede de los vocablos quichuas: “Quimsa” = Tres y “Punlla” = Días; esto quiere decir: “Tres días”.
Tres días es lo que se tardaba para llegar a Quito desde Quisapincha o viceversa. Por este lugar pasó Pedro de Alvarado en el año de 1492 en su camino a la conquista del Reino de Quito y fue aquí donde acampó con sus acompañantes.
Quisapincha es el asentamiento más antiguo de Ambato. Los Kisapinchas eran dueños de los terrenos donde hoy se sitúa la ciudad. Debido a la gran posesión de tierras, los kisapinchas tenían comida suficiente para poder subsistir y eso hacía que fueran más resistentes con respecto a las demás civilizaciones como los Salasacas o Chibuleos.
El terremoto de 1698 destruyó buena parte de la zona centro sur y los colonizadores aprovecharon esta ocasión para expropiar los terrenos a los kisapinchas.
La actitud de los colonizadores causaron “huidas forzosas” de nuestros antecesores desde donde hoy es Ambato hasta Quisapincha, en la actualidad. Por el siglo XVII, los kisapinchas toman para sí los terrenos altos y forman allí el poblado, con una primera iglesia denominada San Antonio de Quisapincha.
En 1732 la prominencia eclesiástica de la parroquia se efectivizó teniendo como santo patrono a San Antonio de Padua, al parecer en la segunda mitad del siglo se contaba con buen templo mayor. (I)