Artesanos tecnificaron formas de elaborar lápidas

Los tallados en mármol o los diseños en vidrio empleando la tecnología es el trabajo que desarrollan los artesanos que se dedican a trabajar en epitafios o lápidas.

Patricio Sunta es la segunda generación al frente de la marmolería ‘Señor de la Agonía’, donde talla y confecciona las lápidas de los más variados modelos y diseños destinados para la última morada de los muertos y que son solicitadas por los deudos.

Son lápidas esculpidas con casas sobrepuestas y epitafios en vidrio. El trabajo es garantizado y, sobre todo, el diseño se desarrolla en mármol de granito, con corazones grabados con nombres; así como,  tallado de fotos en el mármol y, si el cliente desea, se da forma a la colocación de imágenes religiosas en mármol italiano con revestimiento. Se hacen letras en bronce y cromadas a mano.

Una lápida se entrega con el marco en el lapso de cinco a ocho días, dependiendo de la complejidad. Los costos varían desde 170 hasta 450 dólares. Todo tiene garantía. Los materiales son de buena calidad.

Los epigramas en su concepción han variado porque se escucha al cliente sus gustos y preferencias por inmortalizar en la lápida el cariño hacia el ser querido y, por eso, se enfoca el esfuerzo en este tipo de trabajo para lograr lápidas con puerta de metal o vidrio, acompañado por porta floreros elaborados a medida.

Los clientes procedentes de Cevallos, Quero, Píllaro, Ambato,  Pelileo se inclinan por lo ‘novedoso’, sobre todo, desean que resalte la imagen del difunto y por eso se coloca a color la captura del decesado empleando la técnica de foto al horno con base de cerámica, o fotos en acero o grabadas a láser en blanco y negro sobre mármol indú para evitar que explote al momento de hacer este tallado. 

También dijo, se hacen lápidas en vidrio, y para eso se elabora el diseño, lo aprueba el cliente y luego se aplica la técnica de porcelanado de pintura al horno. Este local atiende de domingo a lunes en la calle Bolívar y Pedro Carbo, desde las 07:00 hasta las 19:00 horas, acotó el artesano.

Kevin Stalin Acosta Criollo es la tercera generación del negocio ‘Marmolería Sagrado Corazón’ que está ubicado en la calle Bolívar y Abdón Calderón y la familia ofrece los epitafios en mármol y vidrio. Lo que más solicitan los clientes, dijo, es mármol tallado seguido el vidrio termoendurecido, es decir, en vidrio templado o al horno, porque la pintura se funde en dicho vidrio. Los costos varían de acuerdo al grueso del vidrio desde 200 a 250 dólares. En el fondo se puede poner paisaje y la foto del difunto.

En el mármol, en cambio,  el trabajo de diseño y tallado abarca una semana por ser modelo casi estándar, pero, en vidrio es de dos semanas, porque en este segundo caso, se debe elaborar diseños sublimados, enviar al cliente para su aprobación y luego ejecutarlo. En protecciones de lápidas se consideran las puertas de aluminio, metal, y otros, con el adicional de floreros. 

En cuanto a los rostros de los difuntos, se afana de manera sublimada en lámina de aluminio o porcelana, o en cerámica, y además se elaboran fotos termoendurecidas que van en porcelana. La tecnología y máquinas ayudan mucho, y así se ha prescindido de mano de obra en tallados, acotó. (I)

ESTHELA 25-971