Así pegue, así mate… Marido es !!!! / Hernán Guerrero
En la Presidencia del Dr. Palacio, tuve la suerte de ser funcionario del Ministerio de Bienestar Social, hoy Mies y en un día de trabajo de campo hacíamos promoción de los beneficios que daba esta entidad, al tocar la puerta de una casa salió una señora de unos 30 años tapada la cara, pensé en un instante que había dado a luz, luego de las explicaciones para que se inscriba de los beneficios del programa, al firmar se le cayó la chalina de su cara y pude apreciar moretones por todo su cara, le pregunté: qué le había pasado? y me contestó que su marido le había pegado, molesto le recomendé que le denuncie en la Comisaria de la Mujer que funcionaba en ese entonces, se negó y me contesto “Así pegue así mate marido es”; lamentablemente en pleno siglo 21 esta frase es atribuida a las mujeres con raíces indígenas, continúe con mi trabajo y comente con algunas otras señoras y decían por algo habrá pegado no ha de ser de loco. Ellas mismo decían de vez en cuando las mujeres si se merecen que les den, van Ambato traicionan al marido, aprenden a tomar, o no cocina, no lava, no ve por los hijos, mientras tanto los hombres decían calle no más “mujer que no jode es hombre”, y en algunos casos por traición el Cabildo mismo se encarga de aconsejar a los dos.
Regresando a la ciudad me di cuenta que aquí es peor que en el campo, y es un país de violencia en el que cada día una persona es asesinada en condiciones sospechosas y la violencia doméstica, es casi invisible. Es una violencia soterrada que destruye profundamente la estructura de la familia, que daña la siquis de los niños testigos de esta clase de crímenes, porque en el futuro aparecen en cualquier momento de sus vidas los traumas de la niñez, ya que la violencia es tan contagiosa como la viruela; y, padres golpeadores producen hijos golpeadores, por ende matrimonios infelices. Nuestros hijos, la juventud, necesita diversión pero con educación, que el respeto sea en doble vía para no ver en las madrugadas de los fines de semana mujeres y hombres borrachos por las calles faltándose el respeto, y ahí es donde se cometen actos indeseables, como lo sucedido en un bar de Quito o como lo sucedido en Ibarra, ojalá este sea el detonante para el cambio y respeto radical que necesita nuestra sociedad. La violencia es diaria, el hombre es el que más calla por el que dirán y evitar la burla, mientras tanto en la mujer la violencia va, desde el perspicaz “piropo” hasta la más feroz violación y muerte. Y los padres también deberían jugar papel importante en el hogar, en la educación, mostrándoles normas de disciplina que deben obedecer los hijos, aconsejándoles con amor y claridad, teniendo las palabras adecuadas, demostrando con nuestro vivir el valor que tiene el cristianismo, para ser mejores padres y tener mejores hijos. (O)
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