Aulas Hospitalarias, opción para estudiantes
Durante el año escolar, muchos niños y adolescentes enfrentan trastornos de salud que requieren hospitalización, intervenciones quirúrgicas o reposo médico prolongado. Estas situaciones, que incluyen ingresos en hospitales, casas de acogida o la necesidad de tratamiento domiciliario, pueden interrumpir gravemente el desarrollo académico y causar retrasos escolares, pérdida del año lectivo e incluso deserción, lo que a largo plazo puede afectar su futuro académico y profesional.
Para mitigar estos efectos, el Ministerio de Educación, a través del Programa de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria, busca garantizar que estos estudiantes puedan continuar su proceso de aprendizaje, incluso en situaciones de enfermedad. Daniel Espín, coordinador de la Zona 3 de Educación, destacó que este programa ha sido implementado para ofrecer una solución educativa a aquellos que, por razones de salud, no pueden asistir de manera regular a sus centros educativos.
El programa tiene como objetivo principal reincorporar a los estudiantes a su entorno académico, brindándoles una educación de calidad, adaptada a sus necesidades. Para ello, se aplican adecuaciones curriculares basadas en el Currículo Nacional, lo que permite evitar el desfase académico y facilita el retorno a su institución educativa original cuando su condición de salud lo permita.
Además de garantizar la continuidad educativa, el programa busca disminuir la ansiedad y el temor en los estudiantes que atraviesan situaciones médicas, y promueve un ambiente de apoyo a nivel familiar y profesional. Al coordinar con docentes, profesionales de la salud y redes de apoyo, se fomenta el desarrollo integral del niño o adolescente, mejorando su calidad de vida y asegurando que no pierda el ritmo escolar, pese a las dificultades de salud.
Diego Flores, Director Distrital de Educación, informó sobre los avances en este ámbito en la zona de Ambato. «Este año hemos visto la necesidad de implementar una nueva área en el Hospital del IESS, que ya está activa desde este mes. Los recursos necesarios fueron gestionados mediante alianzas estratégicas con entidades públicas y privadas», señaló Flores.
El impacto positivo de este programa es evidente en los testimonios de los beneficiarios. Claudia Olobache, madre de María José Rosero, estudiante que fue atendida en el Hospital Docente Ambato, expresó su gratitud por el apoyo recibido. «Gracias a las docentes Nancy Ortega y Fanny Reinoso, quienes coordinaron con la tutora de la Unidad Educativa Bolívar, mi hija pudo mantenerse al día con sus pruebas y tareas. Al ser dada de alta e incorporarse nuevamente a la escuela, no tuvo ningún problema académico», comentó.
Este tipo de programas no solo asegura que los estudiantes mantengan su rendimiento académico, sino que también ofrece un soporte emocional y social crucial durante su recuperación, reafirmando el derecho de todos los niños y adolescentes a recibir una educación inclusiva, independientemente de su estado de salud. (I)