Avalancha de acusaciones

Antes que la campaña para las elecciones del 9 de febrero se pusiera en marcha oficialmente, los aspirantes presidenciales que no lograron superar el 1% de la votación Cucalón (Construye), Kronfle (PSC) y Tillería (Avanza) presentaron denuncias contra el presidente en funciones, Daniel Noboa, por no haber solicitado licencia y mantenerse en el puesto. También, a la última hora, Granja (Partido Socialista) presentó una denuncia contra el gobierno. Si esta fue su estrategia para avanzar a la segunda vuelta, indudablemente se equivocaron.
Con la proximidad de la campaña para la segunda vuelta del 13 de abril, empiezan a aparecer nuevas acusaciones, noticias de supuestos chats y denuncias de toda índole. En las últimas horas, se ha presenciado una avalancha de denuncias que implican a miembros de la Revolución Ciudadana (RC) por presuntos actos que transgreden la ley. Si esta es la táctica del gobierno en funciones para lograr la reelección, podría estar equivocándose y olvidando que en el Estado ecuatoriano la función judicial es independiente o debería serlo.
Los asambleístas del partido gubernamental presentaron acusaciones, en la Fiscalía General, contra personajes vinculados al correísmo el 12 de marzo pasado. El expresidenciable Andrés Arauz, actual secretario ejecutivo de la RC, es uno de los imputados por supuesto fraude procesal. La segunda denuncia se refiere a la presunta simulación y usurpación de funciones contra los exconsejeros del Consejo de Participación Augusto Verduga, Eduardo Franco Loor, Yadira Saltos y Nicole Bonifaz, actual consejera.
En el panorama político de Ecuador, a menudo los opositores son desestimados, denunciados, perseguidos, acusados,…En este país no hay opositores si no enemigos. Los procedimientos judiciales raramente alcanzan a determinar responsables. Todos sostienen que los contrarios son los malos y nadie quiere reconocer sus propios fallos y, sin importar lo que ocurra, nunca toman la responsabilidad de nada. Al cruce de denuncias mutuas estamos bastante acostumbrados. Pero, que esto se realice como estrategia de campaña, siendo novedoso, no se puede determinar que sea favorable.
De hecho, si consideran que esto aumentará sus votos, el 13 de abril podría presentarse una nueva sorpresa. Más allá de lanzar lodo con el ventilador, es necesario que ambas candidaturas a la presidencia promuevan una campaña innovadora, basada en ideas y propuestas comprensibles y cercanas. No obstante, parece que nos quedaremos a seguir observando una avalancha de denuncias.(O)