B-LEARNING, metodología que transforma la educación
El confinamiento, como producto de la pandemia de Covid-19, hizo que se evidencien en mayor grado las necesidades del sistema educativo. Uno de los principales objetivos que se debe alcanzar es la transformación de las instituciones educativas en organizaciones virtualizadas que se caractericen primordialmente por ofrecer a sus docentes, estudiantes y padres de familia la sostenibilidad de los procesos educativos bajo cualquier situación.
Para la consecución de este objetivo es fundamental replantear la formación actual del docente y del sistema educativo en general. Mucho se ha hablado sobre la educación virtual, sin embargo, si esta no es aplicada de manera eficiente, puede causar dificultades a directivos, docentes, estudiantes y a padres de familia.
Una educación virtual es más que introducir computadoras, portátiles, tablets o pizarras digitales; todos estos elementos por sí solos no generan cambio. Según Alegría Crespo, ecuatoriana experta en pedagogía, “La educación debe venir con certezas, jamás con incertidumbre”. Lo que se requiere es que la escuela y el colegio se digitalicen progresivamente, rompan el tiempo y el espacio y cuenten con profesores que guíen a sus alumnos con un lenguaje sencillo, que se especialicen en encontrar caminos pedagógicos pertinentes con el uso de la tecnología y líderes que tengan la visión de orientar y acompañar en el proceso a sus alumnos para generar dinámicas vivas en el aula.
Por otro lado, está el compromiso de las instituciones de proporcionar recursos a sus docentes que aporten con lo anteriormente planteado. Existen instituciones a nivel mundial que ya han conquistado este ámbito. En el caso de Ecuador, Santillana es la pionera en implementar una metodología blended en el país, con un programa que se llama B-Learning Compartir. (I)