Banco de Alimentos / Editorial
La tierra produce abundantes frutos en parajes adecuados para este objetivo con la acción destacada de los agricultores, hombres de trabajo que aman al terruño que les ofrece el sustento de todos los días, con esfuerzo y que sirven los productos para abastecer los mercados citadinos.
Parte de esta producción, lamentablemente, se desperdicia, porque los alimentos que están cercanos a caducar por el tiempo transcurrido desde la cosecha, ya no sirven para la comercialización porque el consumidor ya no compra tales productos.
Supermercados, mercados, grandes tiendas, en muchos casos, tienen estos problemas que pueden crear molestias para encontrar gente para la evacuación y el envío a lugares en donde procesan alimentos para el consumo de animales. Esta realidad contrasta con miles de personas que padecen hambre por falta de alimentos a su alcance.
La Diócesis de Ambato, a través de la Pastoral Social, trata de encontrar la solución integral al problema antes referido. Se ha denominado el BANCO DE ALIMENTOS que servirá para recoger las donaciones generosas que hagan los dueños de las empresas de los productos alimenticios que, en quince días, pueden caducar para repartirlos en la población más vulnerable, a aquellas personas que no tienen qué comer.
Al momento es un inteligente proyecto en concordancia de las experiencias de Quito y Guayaquil. Toda la ciudadanía espera se haga realidad lo más pronto posible para servir a los más necesitados. (O)