Becas de mentira

Mienten por cada diente a vista y paciencia de los ciudadanos, el gobierno les engaña con sus famosas “becas entregadas”. Es increíble hasta donde ha llegado el cinismo y descaro de las últimas administraciones y a su vez la desidia del pueblo ecuatoriano que no reacciona. No es posible que presuman un apoyo falso a quienes desean y necesitan perfeccionarse académicamente, cuando en realidad no existe dicha ayuda porque el ente rector se limita a hacer uso de programas ajenos que ofrecen universidades extranjeras. Es decir, esta administración solo publicita lo que instituciones académicas ofertan, colocando como nota “este programa cuenta con financiamiento PARCIAL por parte del cooperante”.¿Dónde está la parte de la beca que ofrece la SENESCYT?. La respuesta a esta interrogante es: en ningún lado. Falazmente las autoridades a cargo disponen que los ecuatorianos deben poner la otra parte.
Pero esto no se queda solo aquí, cuando existen programas específicos para perfeccionamiento profesional dirigidos a servidores públicos, las convocatorias son receptadas y filtradas por el gobierno, y en una supuesta meritocracia, estas becas otorgadas por entidades académicas extranjeras, vienen con nombre y apellido de funcionarios del jerárquico superior, exclusivamente dirigidas al círculo cercano de los que ostentan momentáneamente el poder. Y si se profundiza la verdad oculta de las famosas becas de ingreso a institutos tecnológicos nacionales, el pueblo no debe olvidar que estas entidades son públicas, pero las líneas discursivas del gobierno ha sido llamarle beca, el permitirle a un joven ingresar a estudiar una tecnología cuando todo el mundo sabe que los aspirantes deben cumplir con muchas exigencias para matricularse en un instituto tecnológico “público”. Nuevamente nace la pregunta ¿dónde está el aporte del gobierno? cuando sabemos perfectamente que los institutos y universidades nacionales cuentan con un presupuesto asignado a fin de cumplir lo dispuesto en el artículo 28 de la Constitución, el cual dispone “la educación responderá al interés público y no estará al servicio de intereses individuales y corporativos. Se garantizará el acceso universal (…), la educación pública será universal y laica en todos sus niveles, y gratuita hasta el tercer nivel de educación superior inclusive”.
Ecuatoriano, no se dejen engañar. Si desconocen acerca de una problemática social o económica, es su deber investigar y despejar las inquietudes. Y, en estas elecciones donde existen candidatos productos de accidentes de la democracia y un establishment que forza al Ecuador a elegir entre el cáncer y el sida, el deber, obligación y responsabilidad de cada ciudadano es analizar los planes de gobierno de los presidenciables, con el objetivo de exigir en lo posterior su cumplimiento conforme dictamina la ley. (O)