Bendita Diversidad… / Andrea Manjarrez Ocaña
Si todos los seres humanos seríamos exactamente iguales no tendría sentido el vivir en sociedad, ni siquiera la convivencia misma, sería monótono y sin gracia. Esta paradoja parte de la existencia misma, al mirar a nuestro entorno y sentir las sorpresas que nos trae el mundo entero, es increíble el misterio de la vida no deja de sorprendernos, yo me pregunto cómo es posible que existan infinidad de características faciales, físicas, ideológicas de miles y miles de personas quienes vivimos en este globo terráqueo y que nadie se asemeje entre sí, porque si bien es cierto encontramos personas muy parecidas en nuestro caminar, pero jamás iguales, ni hermanos, ni padres e hijos, ni parejas que dicen ser almas gemelas, esta realidad se ve demostrada con las diferentes nacionalidades del mundo, en cada país encuentras no solo diferente idioma sino diferente dialecto, jergas distintas, modismos únicos, personas que no dudan en transmitir su sentir y pensar, que grande es la experiencia de compartir con gente de diferente cuna y bandera, individuos que no dudan en brindar una mano amiga, una sonrisa, entregar una muestra de sus tradiciones, características de su patria.
El aventurarse a conocer que nos trae este planeta que compartimos debe ser nuestra misión de vida, una filosofía diaria que permita entendernos y entender todo lo que sucede a nuestro alrededor, como permitir que nuestro andar sea más amplio, solo o acompañado, sal y conoce todo lo que encuentres a tu paso, mira al suelo y al cielo, a tu izquierda y derecha no sabes lo maravilloso que es ver más allá, sal y conoce el mundo, pues la cultura y las costumbres de cada población, país, ciudad, territorio muestra la historia misma de la evolución constante en que vivimos sin dejar atrás cada detalle de nuestra historia, sal que esperas y disfruta de la Bendita Diversidad… (O)