BID / Fabricio Dávila Espinoza
La ciudad de Guayaquil fue sede de la reunión anual de la asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La cumbre inició el 15 de julio.
El BID inició sus actividades en 1959. Los integrantes están divididos en tres categorías: países miembros prestatarios, entre los que aparece el Ecuador; países regionales no prestatarios (Canadá y EEUU) y varios países no regionales no prestatarios, en este grupo están las demás potencias mundiales.
De acuerdo a sus postulados, el Banco trabaja para “mejorar la calidad de vida en América Latina y el Caribe”, ayudando a “mejorar la salud, la educación y la infraestructura a través del apoyo financiero y técnico a los países que trabajan para reducir la pobreza y la desigualdad”. Estas metas son buscadas a través de préstamos, donaciones y asistencia técnica.
La importancia de la cumbre está centrada en la suma de capitales. Entre los 48 países miembros del BID, se acumula alrededor del 77 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Los ministros de Economía, finanzas o Hacienda de cada país o los presidentes de los bancos centrales ocupan el cargo de gobernadores del BID. Richard Martínez, ministro de Economía y Finanzas ecuatoriano fue elegido presidente de la presente edición de la asamblea anual.
No es la primera ocasión que el Ecuador presta su sede para este importante evento. Pero, han pasado muchas décadas desde la última vez, 47 años. A decir de algunos analistas esta “asamblea es una vitrina para el país”. El organismo multilateral es una de las entidades que aporta al presupuesto nacional. Para este año tenemos el ofrecimiento de recibir 1.026 millones. Casi la mitad ya se han desembolsado. También, la ciudad de Guayaquil recibió ingresos extraordinarios gracias a la visita de las delegaciones.
Al parecer, todos son beneficios. No obstante, la realización del evento evidencia que el país tiene un nuevo círculo de amigos comerciales. Dejamos atrás la UNASUR, el ALCA y el ALBA; evidentemente nos distanciamos de Venezuela, China y Bielorrusia para acercarnos al Grupo del Pacífico, al FMI y al BID. Son nuevos tiempos. Si todo esto sirve, no para crear más deuda y empobrecimiento, sino para mejorar la actual situación económica, la iniciativa será favorables, caso contario que la historia lo juzgue. (O)