Buenas prácticas financieras / Vidal Rosero
La pandemia forjada por el COVID 19, ha producido diversos efectos, por esta razón hay que replantear los objetivos económicos; la nueva normalidad nos enseñó a valorar muchas cosas, entre ellas a contar que cada dólar cuenta, desde esta perspectiva la economía personal y familiar necesita ajustes. La implantación de un presupuesto personal es la clave para la organización financiera, punto de partida para la distribución del efectivo con el propósito de controlar y monitorear periódicamente los consumos individuales. Existen, diversos consejos que ayudan en el manejo del dinero y este sea óptimo, es momento de tomar lápiz y papel y anotarlos.
Es fundamental identificar cuánto se gana y cuánto se gasta, hay que revisar detalladamente los ingresos mensuales; distinguir claramente los gastos, estos se los resaltará semafóricamente de color rojo aquellos desembolsos que no se puede recortar, ejemplo: alimentación, servicios básicos, arriendo, entre otros; de tono amarillo los consumos a postergar o retrasar, y verde las compras a suprimir de forma inmediata. Al mirar este detalle se descubre a dónde se van los ingresos por tanto es tiempo de priorizar las compras, planteándose el interrogante ¿qué quiero y qué necesito?, si es necesario comprar algo se discute y se analiza, tomarse el tiempo suficiente lo que ayuda a no realizar adquisiciones innecesarias. Reducción de gastos como viajes, restaurantes o entretenimientos inútiles lo que originará un desahogo mensual y además favorece el ahorro, lo cual se debe fomentar como un hábito; posibilitando disponer como un fondo de emergencia o un colchón financiero con la finalidad de utilizarlo únicamente en casos extremos (desempleo o enfermedad). Frente a esta realidad social hay que estar preparados para que los ingresos no sean afectados, por tanto a cuidar el trabajo. Por otro lado, buscar alternativas según las habilidades personales, en sus manos está un innovador emprendimiento exitoso.
Distribuir de mejor manera el tiempo, el mismo es limitado y valioso, debemos ser productivos y ponerle límite al entretenimiento, se debe adquirir novedosos conocimientos, esto facilitará aumentar sus réditos y acumularlos. Es trascendental proponerse como meta el pago de las deudas lo antes posible, preparando una lista de todas y cada una de las obligaciones y contrastar con las entradas lo que posibilita determinar cuanto más se puede aumentar al pago de las mismas. Estas son algunas estrategias para organizar y proyectar sus gastos en el 2021, produciendo confianza en la administración del dinero, a fin de arrancar el nuevo año con pie derecho. (O)