Cantidad de partidos y movimientos
Según lo establecido por el Consejo Nacional Electoral para las elecciones generales del 2025, las organizaciones políticas que participarán en éste proceso deben cumplir con el requisito, realizar elecciones internas desde el 3 al 17 de agosto. Sus candidatos deben ser electos en un proceso de democracia interna previo a inscribir sus candidaturas ante el organismo electoral, donde los afiliados o adherentes seleccionen a sus candidatos que los representarán en las elecciones ante los ciudadanos.
Miramos una cantidad de partidos políticos y movimientos, la mayoría sin sustento ideológico, escoger al candidato a la primera magistratura se ha vuelto muy complicado, una porque los camisetazos están a la orden del día; eran revolucionarios, hoy curuchupas y sin vergüenza alguna, están a la espera, si me suena la flauta aprovecho la oportunidad, porque de esta ya no hay otra; con esas intenciones no se va a cambiar nada y la corrupción seguirá campeando. En el caso del Ejecutivo se volverá a tener una papeleta con diez o más presidenciables, una clara señal de tomar la candidatura como algo deportivo para satisfacer el ego. Urge la necesidad de preguntar a los actores políticos: ¿porqué no ponen a gente con talento y liderazgo, para convertirse en estadistas, listos y preparados para coger el timón de un barco, si no a la deriva si a punto de estarlo?.
Todos nos quejamos de la calidad de la Asamblea Nacional, cada 4 años, una peor que otra, y así el resto de los poderes del Estado; por esta y otras razones asistimos a una feria libre de candidaturas o precandidaturas, intentos de alianzas antinatura, movimientos chicos que no sacaron la votación esperada se alían y firman convenios para no ser borrados en el Consejo Nacional Electoral; hay otros llamados ‘traidores’ a nivel nacional se cambian a última hora de camiseta, otros estuvieron apoyando al actual gobierno y pensaron que iban en la papeleta gubernamental y se quedaron con la nariz más larga que la del pinocho; hay casos como de los jóvenes que primeramente deberían empezar haciendo alguna labor cívica, hacerse conocer por sus buenas intenciones, y ya quieren ser Asambleístas y que ponen a sus antecesores como ejemplo, en otros casos listos a prestar sus nombres o de esperar la decisión irrefutable del dueño del partido para poner al amigo del alma, o a la amiga de chupe; estas no son personas técnicamente formadas en política, tampoco conocen la realidad del país y se convierten en alza manos, nada más.
Los problemas del Ecuador son bárbaramente complejos, comenzando por una Constitución cuya reforma o sustitución son urgentes, el número de candidatos o precandidatos es reveladora muestra de cómo se toma a la ligera aquellos cargos, que se lo ha devaluado y esto es responsabilidad de los partidos y movimientos, y cuando no del marco jurídico electoral. (O)