Casa de la Cultura acefalía y elecciones

Columnistas, Opinión

En un Ecuador que se debate entre mantenerse enquistado en los elementos culturales de la modernidad del siglo pasado en un mundo que mira la crisis de la posmodernidad y por lo tanto nuevos esquemas epistemológicos cambiantes, la Casa de la Cultura ha sido noticia estos últimos tiempos no precisamente por generar nuevos movimientos culturales, aportar a las políticas públicas del arte o peor aún por desarrollar procesos de integración de las identidades que conforman el país y gestar una identidad acorde a los retos del mundo actual y los tiempos futuros. 

La sede nacional de la casa de la cultura, en medio del utilitario uso de lo que se denomina “la autonomía”, presenta profundas falencias en su administración, ausencia de manuales procedimentales de administración y gestión, problemas de carácter jurídico con organizaciones artísticas de la sociedad civil a las cuales debería sostener, respaldar e impulsar y no competir, dividir o intentar disolverlas, por otro lado el ausente antecedente de gestión, administración y creación de su director nacional, en el mismo volumen de su inquietud electoralista han ocasionado un aceleramiento en deslegitimaresta institución  y su “autonomía”.

En esa línea se ha conocido que el director de la sede nacional correrá en las próximas elecciones del año 2025, descubriéndose así el uso de catapulta o burro pie a esta institución en su caída libre, aún esta por verse quién será su reemplazo y la idea o propuesta administrativa a aplicar para finalizar el período.

Hace algunos meses se conoció de un reglamento preparatorio al proceso electoral que deberá efectuarse en el segundo semestre del próximo año, norma también cuestionada por limitar la participación a ciertos sujetos del Registro Único de Artistas, subrayando que la metodología de la presentación de listas en las sedes provinciales ha ocasionado que los actores del sector pongan en performance público, discordias, disputas, revanchas, divisiones o puertas de cristal rotas como sucedió en Ambato en las últimas elecciones, este sistema de designación de directores provinciales no esta aportando, como se vendió la idea en los populistas años del 2014 a 2017 en donde por la subjetividad y la demagogia, se sostuvo la autonomía y el carácter particular de esta institución en contradicción de la disposición constitucional en donde el estado es el ente rector de la creación desde la sociedad civil. (O)

fapava17@gmail.com

Deja una respuesta