CHULQUEROS

Columnistas

El sinónimo de chulquero es usurero, lo cual es penado por la ley y es un delito. ¿Cómo se les

nombra a los infractores que cometen delitos? Respuesta: se les llama delincuentes. El delito de

usura está tipificado en el Artículo 309 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) el cual

indica lo siguiente: “Usura. – La persona que otorgue un préstamo directa o indirectamente y

estipule un interés mayor que el permitido por ley, será sancionada con pena privativa de

libertad de cinco a siete años. Cuando el perjuicio se extienda a más de cinco personas, será

sancionada con pena privativa de libertad de siete a diez años (…)”.

Existen angelitos por ahí sueltos, que además de ser chulqueros se sienten vulnerados y, por lo

tanto, deben asegurarse que sus víctimas les devuelvan la plata, en consecuencia, exigen

escrituras de terrenos o casas, con la finalidad de respaldar sus fechorías. Para estos devotos de

los domingos, les recuerdo lo manifestado por el Papa Francisco en febrero 2018: “La usura

humilla y mata. La usura es un mal antiguo que, lamentablemente, todavía actúa, como una

serpiente, estrangulando a sus víctimas (…)”.

En Ambato, varias familias han amasado grandes fortunas cometiendo esta violación a la ley,

que desde varios siglos atrás es una actividad delictiva, con careta de superhéroe de alma

bondadosa. Por esas épocas también se reportan casos de los llamados tinterillos y amanuenses

que, en complicidad con los notarios, despojaban de terrenos y casas a gente analfabeta, pobre y

campesina; no obstante, ahora son los nuevos terratenientes del siglo XXI. A estos personajes

de consagrada fe, preocupados por el “prójimo” (víctimas) les cito algo del Antiguo Testamento:

“Si le prestas dinero a alguna persona pobre de mi pueblo que viva contigo, no te portes con

ella como un prestamista, ni le cobres intereses” (Éxodo 22: 24). Y también les sugiero que

revisen en Levítico 25:35–37: “(…) No le quites nada ni le cargues intereses sobre los

préstamos que le hagas; al contrario, muestra temor por tu Dios (…)”.

Un mensaje al ciudadano: ¡dile no al chulco!

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