Ciberdelitos afectan confianza en negocios
El riesgo reputacional de las cooperativas de ahorro y crédito se ha convertido en una de las mayores preocupaciones para estas instituciones financieras ante la proliferación de delitos. Según Natalia Rodríguez, representante de Sentinel de Costa Rica, implementar soluciones robustas no sólo protege los activos, sino también la relación con los usuarios, quienes exigen cada vez más garantías de seguridad en sus transacciones digitales.
La ciberseguridad debe considerarse la prioridad estratégica para las cooperativas, especialmente en un entorno donde las amenazas evolucionan rápidamente. Invertir en protección no solo asegura la continuidad operativa, sino también la confianza de los clientes en un sector clave para la economía local.
La proliferación de ciberdelitos en Ecuador, como la clonación de cuentas y retiros no autorizados, está afectando la confianza de los usuarios en las instituciones financieras, destacó Nataly Quintana, otra experta en seguridad digital.
Quintana señaló que, aunque las cooperativas y bancos están adoptando medidas para proteger a sus clientes, persisten brechas en la seguridad. “Es fundamental que las instituciones financieras sean más proactivas en prevenir actividades fraudulentas y en educar a sus usuarios sobre el manejo seguro de sus entornos digitales”, afirmó.
La experta también subrayó la importancia de incluir estrategias de ciberseguridad en los planes de negocio. “No siempre se cuenta con los presupuestos necesarios, pero es crucial invertir en herramientas que fortalezcan la protección de datos y refuercen la confianza de los usuarios”, añadió.
Además, enfatizó que las instituciones deben equilibrar la implementación de nuevas tecnologías con la usabilidad y accesibilidad para el cliente. “No todas las personas tienen el mismo nivel de adaptación a lo digital. Las soluciones deben ser inclusivas y garantizar una experiencia segura para todos”, puntualizó.
La pérdida de confianza en las instituciones financieras puede generar impactos graves en su reputación. Quintana alertó que los usuarios tienden a abandonar entidades donde se han sentido vulnerables, lo que podría comprometer su sostenibilidad a largo plazo.
Finalmente, recomendó una mayor flexibilidad en las reglas de negocio y una evaluación continua de las herramientas disponibles en el mercado para garantizar tanto la seguridad como la satisfacción de los clientes.
Estas consideraciones se vuelven esenciales en un entorno donde los ciberdelitos no solo afectan la economía personal de los usuarios, sino también la percepción de las instituciones financieras como lugares seguros. (I)