Compromisos en defensa de la seguridad
Una formación de seis meses tuvieron los 1.208 uniformados que se recibieron como policías del Ecuador Técnico-Operativos, la mañana de ayer. Ellos pertenecen a la Décima Cohorte de la Promoción ‘Cabo Segundo José Humberto Barrionuevo Osorio’.
Autoridades locales, provinciales y de la Subzona de Policía de Tungurahua asistieron a la graduación del flamante personal, mismo que será distribuido a diferentes distritos de la entidad en el país.
Hombres y mujeres ahora están al servicio de la comunidad y aportarán con su contingente para reforzar la seguridad. Así lo recalcaron durante los honores realizados a los Símbolos Patrios y con el juramento grupal de protección y servicio.
Comandantes de las subzonas de Cotopaxi, Chimborazo y Tungurahua llegaron para la ceremonia señalada.
Alain Luna, director general de Investigaciones de la entidad policial, indicó que esta es una nueva generación que se integra a la Policía, siendo una profesión que entrega vidas en beneficio de los ciudadanos, sin importar que alguna vez sean reconocidos.
“No existe en el mundo un país que pueda prescindir de un cuerpo policial. La Policía es fundamental para el mantenimiento y crecimiento de la humanidad”, dijo.
Fue así que en Tungurahua se graduaron 1.208 jóvenes, de ellos 555 mujeres y 653 varones juraron defender a la sociedad y ofrendar su vida. Este grupo se une a los 8.500 servidores policiales que el Gobierno nacional entrega al país.
“La labor que inicia no es un trabajo más, sino una forma de vida, ya que se comprometen en cuerpo y alama a ser mejores cada día”, explicó la autoridad.
Los graduados realizaron su formación en las tres escuelas de la Policía Nacional en la provincia, donde realizaron proyectos sociales, aprendieron técnicas de seguridad, comportamiento psicológico, analítico y otros aspectos de relevancia para el tratamiento social.
“Me llena de emoción saber que mi hijo va a servir con honestidad y responsabilidad, ya que son valores que le hemos enseñado en casa”, dijo Mariana Goyes, madre de policía graduado.
De igual forma, Antonio Cepeda, padre de policía, indicó que tiene sentimientos encontrados, ya que esta profesión fue de agrado de su único hijo y ahora solo pide a Dios que le vaya bien. (I)