Comunero, artesano en diseños de calzado

La necesidad de salir adelante en medio de la pandemia y situaciones económicas adversas hizo que Feliciano Poalacín, artesano del calzado se ingeniara varias formas para que su producto tenga demanda y fue así como de manera empírica empezó a diseñar modelos.

El artesano comentó que desde sus ancestros se dedicaron al cultivo de la tierra pero también encontraron en la fabricación del calzado hecho a mano una segunda alternativa económica de ingresos  para solventar de alguna forma las múltiples  necesidades en la familia.

De esta forma, don Feliciano formó parte de aquellos artesanos que, cada vez más, empezaron de dedicarse a esta rama de la confección de calzado.

Explicó que el proceso empieza con la adquisición de los materiales, luego llega a su domicilio donde con esfuerzo construyó una habitación de bloque donde funciona su pequeño taller y es ahí, donde coloca el material en una mesa donde dispone del modelo del calzado, luego va  al corte, doblado, cocido, colocada de apliques llamativos y finalmente los terminados.

Añadió que, anteriormente, entregaba el calzado de niños  y adultos, pero la persona comerciante que le compraba luego empezó  a no pagarle, y eso hizo que se animara a producir y vender en varias ferias a nivel nacional, sobre todo, en la Costa al precio de 10 dólares en adelante.

Esta actividad es sacrificada dijo y en el proceso le acompaña su esposa, pero todo el sacrificio vale la pena porque es a favor de sus hijos.

Su decisión de ser cada vez mejor y llegar al público hizo que aprendiera el Internet de donde extrae modelos de moda y desarrolla adaptaciones que gustan a los clientes, sobre todo, en lo que concierne  a los zapatos de niños y niñas.

Sueña con un día ampliar su pequeño taller y dar empleo  otros. Por el momento, labora con su esposa y enseña a sus hijos a ser trabajadores y responsables. (I)