Conciencia social un tema para ponerlo de moda / Ximena Yánez
No es difícil escuchar en cualquier hogar las frases de los padres que disgustados y con voz de trueno decían “se consciente de lo que haces”, “piensa, antes de hacer las cosas”, sin duda estas frases son parte de la tradición familiar que entendimos con los años. Si bien es cierto que el estar consciente nos lleva a tomar mejores decisiones individuales, que hay del estar consciente de mi entorno, de la gente que me rodea, las relaciones que establezco, la empatía que puedo establecer con las personas que son parte de mi comunidad. Que tanto puedo conectarme con el sentir del resto y entender que cualquier acción desfavorable que se realiza afecta a todos, será que tenemos conciencia social?
La conciencia social es precisamente la que permite tener conocimiento de causa para favorecer o perjudicar la sociedad en la que vivimos. Considera usted adecuado botar basura en lugares como calles, plazas, playas, sacar el perro a pasear y no recoger su excremento, escupir a cada paso por la calle, pitar hasta el punto de ensordecer al transeúnte, utilizar plástico a gran escala, maltratar al ciudadano en instituciones públicas y privadas, pensar que la ley del más sapo es el ideal a seguir , no se diga la corrupción que está instalada desde la persona que vende en el mercado hasta las más altas esferas, serán muestras de desarrollo de consciencia social?
Sin duda es un tema de reflexión para discutirlo en casa, en el barrio, en la comunidad generando una convivencia donde todos ganemos, entendiendo las necesidades del prójimo, del mundo que habitamos y de la naturaleza que poseemos que no se ha quejado porque no tiene lengua, pero que está demostrando su furia a través de todos los fenómenos climáticos que estamos viviendo.
Viene a mi memoria ese famosos grito de la gallada del barrio donde a viva voz gritaban ”Todos para uno y uno para todos”, sería importante retomar este dicho y hacerlo parte de nuestro diario vivir, evolucionando a una sociedad más justa, respetuosa, humana, desarrollando todo el potencial que poseemos, viviendo así una verdadera democracia. (O)