Conclusiones sobre el debate presidencial

Columnistas, Opinión

El debate del pasado domingo dejó varias impresiones, interpretadas de manera distinta según las ideas preconcebidas de quienes ya tienen una postura sobre uno u otro candidato. En esta columna plasmaré lo que vi e interpreté desde mi perspectiva, sesgada, como la de cualquier persona que ya ha formado un criterio sobre el candidato en quien confiará su voto.

El debate estuvo lejos de ser una confrontación propositiva; abundaron los ataques personales y las descalificaciones. Los defensores del “puritanismo político” dirán que el exceso de agresiones rebajó el nivel del debate, pero esta ha sido, es y seguirá siendo la tónica habitual de cualquier contienda política, más aún en un debate presidencial.

El candidato Noboa logró enredar en su retórica y narrativa a la candidata González, quien intentó posicionar temas de discusión sin éxito. Noboa la hizo reconocer como legítima la dictadura criminal de Nicolás Maduro en Venezuela, admitir que su alias en los chats del proceso por asociación ilícita denominado “Liga2” era “Rana René” y apartarse de su discurso progresista y de izquierda cuando afirmó que deportaría a los venezolanos “como sucede en Estados Unidos”.

Luisa González intentó sin éxito acusar a Noboa de todo lo posible, acercándose, incluso, al delgado límite entre el insulto político y la calumnia. Mientras Noboa obtenía una confesión de González con cada acusación que le dirigía, las imputaciones de ella fueron desbaratadas a medida que avanzaba el debate.

En el postdebate, los memes sobre la “Rana René” circularon espontáneamente entre quienes encontraron graciosa la similitud conceptual entre la candidata y el títere. Por otro lado, las acusaciones de González contra Noboa intentan aún ser introducidas al debate público, de manera forzada y con furia, por los emisarios de la Revolución Ciudadana.

No obstante, el debate fue solo el primer paso de una campaña política agresiva que se intensificará en los próximos días. Ambos candidatos saldrán a buscar los votos que aún les faltan y lo harán por todos los medios posibles. Lo único que espero es que la ciudadanía vote de manera reflexiva y que resulte ganadora la opción más favorable para el Ecuador. (O)

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