Consejo de Participación Ciudadana /Editorial
El estado de corrupción y de desinstitucionalidad en el país ha ido descubriéndose y cuántas barbaridades políticas y económicas han sido detectadas para vergüenza de los ecuatorianos en la década “robada”, como muchos la han calificado.
El Presidente Lenín Moreno, hastiado de tanto abuso de poder, de atropellos a los derechos humanos y de los millonarios atracos a los fondos públicos, decidió consultar al pueblo ecuatoriano para que se pronuncie en torno estos hechos delincuenciales, a través de varias preguntas.
El pueblo ecuatoriano, con entera libertad, aprobó que, en el país, se implemente, con urgencia, un programa de investigación y de sanciones a los corruptos del gobierno anterior, sin contemplaciones , con decisiones firmes y valientes para que sean descubiertos desde los altos funcionarios.
En base a este pronunciamiento popular se conformó el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio, con personajes de antecedentes impolutos, de servicio a la Patria y sin compromiso político alguno. Ha comenzado a trabajar aunque en forma lenta. Sus resoluciones son mandatos de cumplimiento obligatorio.
Un grupo de correístas, que a toda costa trata de proteger al ex Presidente Correa, ha formulado un reclamo ante la Corte Constitucional para ponga límites a las actuaciones y resoluciones del Consejo de Participación. Es absurdo que esta Corte tan cuestionada por el público se permita intervenir.
Por sobre toda autoridad está la voluntad popular expresada con libertad. Es de esperar que la Corte no se inmiscuya en lo que no le compete; más aun, si también será evaluada e investigada. (O)