Constituciones a medida / Editorial
Con preocupación han recibido los colombianos el anuncio del presidente Gustavo Petro de convocar una constituyente, con la intensión de entregar el poder al pueblo.
Está claro que los gobernantes denominados progresistas o socialistas del siglo XXI requieren de una constitución a su medida para poder ejercer y permanecer en el poder, en unas ocasiones democráticamente y en otras dictatorialmente.
El presidente Petro, quien llegó al poder democráticamente y que, permanentemente, pregonaba su respeto a la constitución y los valores democráticos, hoy muestra sus verdaderas intenciones, aupado en las denominadas bases populares que le conminan a convocar una constituyente.
Asfixiado por denuncias de corrupción, que han alcanzado a su círculo familiar y a varios de sus ministros, busca oxigeno con esta propuesta, al estilo de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y, en su momento, Ecuador.
Esperemos que el pueblo colombiano mire a sus vecinos: Venezuela con un dictador corrupto y manipulador, que blande una constitución de papel, que está 13 años en el poder y pretende quedarse seis años o más, que no permite elecciones libres y transparentes, que ha saqueado un país antes próspero y rico; Ecuador un país embaucado en las promesas de una constituyente incubada por teóricos extranjeros afines al Foro de Sao Paulo, que crean constituciones a medida de los gobernantes y no en favor de la sociedad. (O)