Consulta a la vista / Editorial
Con ocho preguntas el Presidente Lasso quiere llevarle al país a una consulta popular para introducir enmiendas a la Constitución en temas tan diferentes como los asambleístas suplentes y las competencias de seguridad compartidas entre los municipios y el gobierno.
No ha sido bien recibida por la mayoría de gente la propuesta de consulta popular. Las críticas han sido duras. Se ha cuestionado que un Presidente, con una aprobación que bordea el 20%, lidere una consulta. También se ha cuestionado que la consulta vaya a ser utilizada para distraer la atención de los graves problemas nacionales, como la delincuencia y el desempleo.
Con las preguntas no va a cambiar el Ecuador. Tampoco los ecuatorianos tendrán un respiro frente a la inseguridad y la deplorable situación económica.
La Corte Constitucional deberá pronunciarse sobre la constitucionalidad de las preguntas, y lo más probable es que observe algunas de ellas. La CC ya se pronunció antes sobre algunos temas que son materia de la consulta.
Y las preguntas que se lleguen a votar, por más obvias que parezcan, podrían ser rechazadas, con lo cual la situación del Presidente sería peor de lo que es actualmente. (O)
