CONTINGENTES QUE SE PRESENTAN / John Tello Jara

Columnistas, Opinión

La quiebra de dos bancos en Estados Unidos no estaba en el libreto, al menos no se esperaba que por un efecto inflacionario y con el propósito de controlar la liquidez, la reserva federal subiera la tasa de interés y que estas instituciones financieras no pudieran al menos en corto plazo devolver los dineros invertidos a sus clientes.

Tampoco estaba en el libreto que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, superara el año, reduciendo las ventas de camarón, flores, banano, productos de mar, a esos países y por supuesto lo más importante no se contemplaba que en pleno siglo XXI las muertes por efecto de una guerra iban a cobrar un sinnúmero de bajas en ambos países.

En el caso del país, vemos como la transportación urbana en la ciudad de Ambato, ha decidido paralizar sus actividades hasta que se trate un incremento en el precio del pasaje, aspecto que debe ser analizado por la comisión de transporte, cuyo informe conocerá el alcalde y luego los concejales; estudio que por lo visto se tratará en la siguiente administración y hasta tanto tenemos que aprender a movilizarnos en diferente medios, lo que causa molestia y genera decrecimiento económico.

Vemos también un grupo de asambleístas que abogan por la salida de la máxima autoridad como es el presidente de la república, lo que causa inestabilidad de los indicadores económicos como el riesgo país que se ubica en 1859, lo que significa que si emitiéramos bonos de deuda, tendríamos que pagar una tasa de interés del 22% anual.

Por último (y no porque no existan más contingentes), el fenómeno telúrico del sábado 18 de marzo, dejó 14 fallecidos y 381 heridos, sin dejar de mencionar las decenas de viviendas, escuelas y centros de salud deteriorados, lo que llama a la meditación que debemos encontrarnos preparados para sortear fenómenos de la madre naturaleza que se presentan de manera imprevista en cualquier región del país y que no distingue género, clase social, económica o lugares.

Ante estos imprevistos, lo primero que debemos hacer es investigar los que sucede en el entorno, prepararnos de manera adecuada y por supuesto dialogar con nuestra familia sobre nuestro comportamiento en estos impensados eventos que ocurren en el día a día.

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