Contraloría detecta irregularidades
(NL). La Universidad Central del Ecuador, una de las universidades públicas más importantes del país, está envuelta en una serie de irregularidades que la Contraloría General del Estado (CGE) dio a conocer en un examen especial publicado el pasado22 de octubre de 2024.
En el documento de 168 páginas, el organismo de control detalla que en la universidad hubo casos de nepotismo, contrataciones injustificadas y hasta pago de remuneraciones fuera de lo que establece la ley.
El período analizado comprende entre el 1 de enero de 2019 y el 29 de febrero de 2024. Durante este período, la Universidad Central estuvo presidida por Fernando Sempértegui.
Trece subdecanos y una directora recibieron salarios por encima de lo permitido por la tabla de remuneraciones emitida por el Consejo de Educación Superior (CES).
La Contraloría General del Estado dice que estos pagos se entregaron entre julio de 2021 y febrero de 2024, por un monto que supera los $ 8.000.
Los subdecanos señalados son de las facultades de Ingeniería Química, Ciencias Psicológicas, Cultura Física (2), Arquitectura y Ciencias Agrícolas. Se suman los de Odontología, Filosofía, Medicina, Ciencias Químicas, Jurisprudencia y Ciencias, además de una directora de Doctorados e Investigación
La Universidad Central destinó más de $ 75.000 al pago de salarios de dos profesores que no cumplieron con sus funciones entre 2019 y 2024.
En el primero caso, un profesor recibió $ 51.125, pese a que no hay registro de que haya impartido clases en la institución entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de mayo de 2020.
El organismo de control señala que, supuestamente, el docente trabajaba a tiempo completo en la facultad de Ciencias Económicas como profesor auxiliar.
Sin embargo, entre esas fechas, exactamente entre el 3 de junio de 2019 y el 5 de febrero de 2020, el profesor trabajó en el Instituto de Capacitación del Consejo Nacional Electoral.
La Contraloría asegura que por esta razón hubo meses en los que el profesor no asistió a la facultad, mientras que en otros no tuvo programación académica.
Mientras que, en el segundo caso, la Contraloría encontró que un funcionario se desempeñó en cuatro cargos diferentes: tres como docente y uno en áreas administrativas.
La Contraloría sostiene que hubo «cruce de horas», es decir, que esta persona ejerció dos cargos al mismo tiempo.
«La falta de supervisión en los contratos y en los horarios laborales hizo que la actividad académica interfiera en sus obligaciones administrativas», dice la CGE. (I)