Controversias sobre Olmedo para diputado a Cádiz. 1810 / Pedro Reino Garcés

Columnistas, Opinión

La resolución de que don José Joaquín de Olmedo fuera designado diputado a las Cortes de Cádiz, salió de la elección que  hicieran varias autoridades coloniales porteñas: en una sesión realizada el 11 de septiembre de 1810. Para tomar esta resolución, “oyeron los señores concurrentes la misa del Espíritu Santo en la iglesia del Convento de San Agustín, y ocupando  en esta sala capitular sus lugares respectivos…” 

Según relata el escribano, finalmente los nombres de Joaquín de Olmedo  y del Dr. Dn. Miguel Moreno (tercero en votación) “entraron estos al cántaro, en tres distintas cédulas, y llamándose a un niño, se le previno que sacase una sola, y verificándole así a presencia de todos los señores y de mí el escribano que doy fe,  salió la que estaba escrito el nombre del Dr. Dn. José Joaquín de Olmedo, y como tal se le ha reconocido como Diputado de Cortes, a nombre de esta provincia.” Luego se dice que se verificó que “las otras dos cédulas” eran de Joaquín Pareja y Miguel Moreno. ¿Fue el azar lo que hizo que Olmedo fuese a las Cortes de Cádiz?

La propia fuente explica que “don Manuel Ignacio Moreno y Santistevan, (era) Regidor Decano” y además era  “Cura Vicario del partido de Huancayo, en el arzobispado de Lima, que entró en la suerte del año pasado, con ocasión de elegirse al Excelentísimo Señor Diputado General del Virreinato del Perú,” Otro de los candidatos fue el “Dr. Dn Ignacio Olazo y Maruri, Cura párroco de la iglesia de la Concepción  de esta ciudad, calificador y Comisario del Santo Oficio, cuya aptitud y arregladas costumbres conocen bien vuestras señorías”. Lo curioso de estas actas es que al referirse a la candidatura de Olmedo, no se hace ningún comentario. Uno espera que se diga algo sobre su intelectualidad, pero no hay tal.

Pero pongamos algo de lo que se dice sobre quien obtuvo el segundo lugar con 8 votos: se trata del Alférez Real don José Joaquín Pareja “cuya persona tiene pendiente el Litis de  acusación y capitulación particular que puso contra mí (dice el Gobernador) en la Real Audiencia del Distrito (Lima), desertando la primera por convencido de falsedad y quedando la segunda suspensa hasta la resolución del rey, que será precisamente contra uno de los dos con infames notas…” Esto prueba que las pugnas de poderes se evidenciaron en estas reñidas elecciones. Saber a quién se favorece con los votos es una clave en política. ¿Cómo votó Rocafuerte? Nos interesa para que el lector saque su propia conjetura: “Empezó la votación de esta forma: El señor Alcalde Vicente Rocafuerte dijo daba su voto a los señores Dr. José Joaquín Pareja, Dr. Dn. José Joaquín Olmedo y Dr. Dn. Miguel Moreno”.

Ocurre que el Cabildo de Guayaquil, cuyo alcalde era Vicente Rocafuerte, hizo una sesión el 9 de octubre de 1810 en la cual se despreció la comunicación hecha desde Quito por el Conde Ruiz de Castilla, Presidente de Quito, y Don Carlos Montúfar sobre petición de la subordinación de Guayaquil a Quito. La respuesta es clara: “Y respecto a que acerca de esta incidencia se ha dado cuenta al excelentísimo señor Virrey del Perú, a quien únicamente quiere esta Provincia subordinarse con reconocimiento y dependencia del Soberano Consejo que existe en la Península de España…”

Asimismo, se recibió un oficio de don Martín de Icaza, en que participa a este Cabildo hallarse en su poder 4.191 pesos 7 y un cuartillo  reales de descuento de la tercera parte del derecho de avería aplicada a la obra del Malecón que hizo por disposición del Tribunal del Consulado de Cartagena, desde 28 de abril de 1802 hasta el 4 del mismo mes de 1804 Y se decretó que se conteste  que queda enterado este Cabildo de este particular y que mantenga la expresada cantidad a disposición del Ayuntamiento, que ha determinado tomarla sobre sus Propios con calidad de reintegro, para habilitar el viaje del Diputado de Cortes…” (Todas las citas van de los documentos: Rocafuerte: Su vida pública en el Ecuador, volumen XIII, Edición del Gobierno del Ecuador, Quito, 1947, págs. 6 a 20). (O)

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